Sobrevivir a la Bola de Nieve
Aportan una explicación a cómo la incipiente vida compleja consiguió sobrevivir a la glaciación global de hace 700 millones de años.
La vida se divide entre bacterias, arqueobacterias y eucariotas. Las dos primeras son simples y sin núcleo diferenciado, puede llegar a ser extremófilos que vivan en las condiciones más duras posibles.
Los eucariotas tienen núcleo y orgánulos, como las mitocondrias, diferenciados. Las plantas, los hongos y los animales son eucariotas.
Hace más de 600 millones de años algunas células eucariotas hicieron algo extraordinario, posiblemente por primera vez en 3000 millones de años, las células individuales decidieron cooperar entre sí y formar organismos pluricelulares. Estas células sacrificaron su reproducción individual por el bien común. Al principio sería seres muy simples, como las esponjas.
Pero los eucariotas tienen un metabolismo exigente, no son extremófilos y necesitan buenas condiciones para prosperar. Entre otras cosas necesitan un buen aporte de oxígeno.
El problema es que hace 700 millones de años toda la vida era acuática y la Tierra al completo sufrió una glaciación global que la congeló. Los océanos quedaron bajo una capa de hielo y debajo de ese hielo el agua contenía muy poco oxígeno. ¿Cómo sobrevivió la vida eucariota a esas condiciones? Esto es algo que han debatido los expertos en los últimos años. De algún modo la vida eucariota se las apañó para sobrevivir, pues nosotros estamos aquí ahora planteándonos estas preguntas. Hasta ahora se creía que la vida compleja estaría restringida a pequeños charcos de agua en la superficie del hielo.
El hecho de que esta glaciación global ocurriera antes de la evolución de la vida compleja sugiere una conexión entre esto y el evento de Bola Nieve. Las condiciones reinantes en ese tiempo podrían haber estimulado la diversificación en formas de vida complejas.
Ahora un equipo de investigadores liderado por geólogos de McGill University ha encontrado las primeras pruebas directas de que el agua de la fusión de los glaciares proporcionó el oxígeno crucial que permitió a los eucariotas sobrevivir.
Este grupo de investigación científica estudió rocas ricas en hierro de la época que los glaciares dejaron detrás en lo que ahora son Australia, Namibia y California. Estas rocas son una ventana a las condiciones ambientales durante el evento de Bola de Nieve de hace 700 millones de años.
Estos restos minerales han permitido estimar la cantidad de oxígeno que tenían los mares hace 700 millones de años y mejorar la compresión de los efectos que esto tuvo sobre las formas animales dependientes del oxígeno más primitivas, como pudieron ser las primeras esponjas.
La mayor parte de los océanos eran inabitables para los eucariotas, pero había sitios en los que el hielo sobre tierra firme se fragmentó y flotó sobre el agua, lo que aportó agua de la fusión de ese hielo con oxígeno a los mares de la época.
Según los autores del artículo, el estudio resolvería dos misterios a la vez. No sólo proporcionaría una explicación a cómo los primeros animales sobrevivieron a la glaciación global, además proporcionaría una explicación al retorno de los depósitos de hierro al registro geológico del que había estado ausente durante miles de millones años.
Fue el agua subglaciar el que proporcionó oxígeno al hábitat marino aerobio durante la glaciación global. Si estamos ahora todos aquí es, entre otras cosas, por esos acontecimientos del pasado remoto.
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Fuentes y referencias:
Artículo original.
Foto: Maxwell A. Lechte y colaboradores.
8 Comentarios
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martes 17 diciembre, 2019 @ 6:48 pm
Pero para aportar oxígeno a ‘los mares de la época’ en cantidad suficiente para facilitar la vida de las eucariotas, hay que suponer que los fragmentos de hielo que flotaron sobre el agua fueron muy numerosos.
A veces estos eventos del pasado parecen cogidos con pinzas. Se podría ( o se debe) decir que un cúmulo de pequeñas casualidades nos han traído aquí.
sábado 21 diciembre, 2019 @ 7:47 pm
Sí, querido Lluís. Y no solo ese cúmulo de pequeñas casualidades. Las ha habido, como muy bien sabes, muchísimas más, pequeñas y enormes, como Theia, la situación de la Tierra a «precisamente» 150 x 10^6 km del Sol, etc. Somos una carambola de casualidades…, al menos durante una temporada.
viernes 27 diciembre, 2019 @ 6:20 pm
Creo que hubo otro evento Tierra Bola de Nieve que es anterior, de hace 2.000 millones de años atrás.
sábado 28 diciembre, 2019 @ 11:15 am
Debes referirte a la Huroniana, de entre 2400 y 2100 millones de años atrás.
lunes 30 diciembre, 2019 @ 11:49 pm
Muchas gracias a Tomás y Alejandro: no tenía conocimiento de esa otra gran congelación.
martes 31 diciembre, 2019 @ 12:41 pm
En realidad, estoy seguro de que sabes que ha habido varias menores que las citadas. Las causas no están claras para los científicos. Parece que contribuyen variaciones en la órbita terrestre, la inclinación del eje de rotación, la posición de los continentes, la actividad volcánica, las proporciones en la composición de la atmósfera, quizá la actividad solar y posiblemente me dejo alguna.
¿Y el efecto mariposa? ¿Cual de ellas es la más determinante? Quizá deban darse varias a la vez.
Gira, el mundo gira, en el espacio infinito…
sábado 4 enero, 2020 @ 12:53 am
Por cierto, querido Tomás: ¿has recibido en el móvil el SMS de Greenpeace que advierte que solamente nos queda una década de margen de acción?…Pues lo que vamos a hacer es doblar las emisiones de combustibles en estos próximos 10 años. Para darse de cabezazos.
Pero un abrazo.
sábado 4 enero, 2020 @ 2:05 pm
Pues no he recibido nada. Pero no te preocupes, queda petróleo para mucho más tiempo, aunque doblemos las emisiones. Dios proveerá.