Posible fosfano en Venus
Parece que se ha detectado el biomarcador fosfano en la atmósfera de Venus, pero estamos muy lejos de afirmar que en dicha atmósfera haya microorganismos.
Venus es el infierno de nuestro de Sistema Solar. Sobre su superficie la temperatura roza los 500 grados centígrados y la presión es de unas 90 atmósferas. La culpa la tiene una atmósfera rica en dióxido de carbono que produce un efecto invernadero desbocado. Una advertencia de lo que le puede pasar a la Tierra si seguimos con nuestras emisiones.
No es extraño que las primeras sondas que se enviaron a su superficie no sobrevivieran mucho tiempo. Al final, los soviéticos tuvieron algunos éxitos y lograron que algunas Venera enviaran datos y fotos de su superficie. Esta es estéril y baldía, un horror desolado. Hasta entonces no se conocía nada de la superficie de Venus, pues una capa de nubes de ácido sulfúrico impide ver su superficie. Llueve ácido, pero este no llega al suelo al evaporarse antes.
Otras misiones y estudios descubrieron algo interesante de Venus. A 55 km de altura, justo por encima de la capa de nubes de ácido sulfúrico, la temperatura es de unos 25-30 grados y la presión es similar a la de la Tierra. Debido a esto se elaboraron Powerpoints de posibles misiones tripuladas a su atmósfera en la que los astronautas vivirían durante un tiempo en grandes globos. Obviamente, las posibilidades de que se financie algo así son nulas.
El caso es que a nadie se le hubiese ocurrido hace unos meses o unos pocos años que allí, en esa capa de atmosférica, pueda haber vida, sobre todo porque no parece que haya agua. Sin embargo, Carl Sagan y otrosya especularon sobre esa posibilidad en los años sesenta.
Ahora un grupo de investigadores dice haber encontrado un biomarcador o bioindicador en la atmósfera de Venus, se trataría del fosfano (PH3) o trihidruro de fósforo. Este compuesto tóxico y con olor a ajo se genera en pequeñas cantidades en la Tierra gracias a la vida y no se le conoce aquí un origen abiótico. Sin embargo, en Júpiter si hay fosfano, que se genera de forma abiótica en el interior de su atmósfera reductora a las altas temperaturas y presiones que se dan allí. Se supone que en un planeta rocoso no se pueden dan estas condiciones y, además, la presencia de oxígeno lo eliminaría rápidamente. Es decir, una atmósfera de un planeta rocoso que contenga fosfano y oxígeno libre debería ser un indicador de vida, pues hay un desequilibrio químico que sólo la vida puede generar.
Aunque no hay oxígeno libre el atmósfera de Venus, su atmósfera es lo suficientemente oxidante como para que el fosfano desaparezca al poco de generarse, sobre todo con la ayuda de la luz solar.
Se supone que en la superficie de Venus no se podría generar fosfano, por lo que la tentación de decir que lo genera la vida está ahí. Sin embargo, últimamente se ha propuesto que hay cierta actividad volcánica en Venus, por lo que quizás se pudiese sintetizar abióticamente allí por algún proceso geológico desconocido.
La Tierra y Venus tienen un tamaño similar y Venus posiblemente contuvo agua hasta hace poco tiempo desde el punto de vista geológico. Quizás, hace 1000 millones de años Venus no nos pareciese el infierno que es hoy en día. No sabemos la probabilidad de que se dé una abiogénesis si se dan las condiciones necesarias para la vida, por lo que proponer dos abiogénesis es aventurado. Pero estando Venus y La Tierra tan cerca uno de otro, es seguro que ha habido intercambio de meteoritos y que algunos procedentes de la Tierra podrían haber llegado a Venus cargados de microorganismos.
Afirmaciones extraordinarias requieren de pruebas extraordinarias*. Aunque se confirme la presencia de fosfano en la atmósfera de Venus, dar el salto hasta decir que hay vida, requiere de mucha investigación para encontrar las pruebas. Incluso no está claro al 100% que el fosfano esté presente.
Un equipo de investigadores liderado por Jane Greaves decidió observar la atmósfera de Venus para poner una cota a la presencia de fosfano en ella, pues no esperaban ni trazas de ello debido a la resolución espectral. Así que usaron los radiotelescopios ALMA, situado en Chile, y el JCMT de Hawái para observar en la gama milimétrica del espectro. Una de las lineas de absorción (o emisión) del fosfano está precisamente en los 1,123 milímetros de longitud de onda y correspondería a la transición entre dos niveles de energía rotacionales. Sorprendentemente, se encontraron precisamente con esa absorción en el espectro correspondiente al fosfano. Tanto es así que que, en un principio, pensaron que podía deberse a al dióxido de azufre. Algo que finalmente se descartó. La cantidad detectada es de 20 partes por mil millones.
Un modelo compatible con los datos espectrales obtenidos sostiene que el fosfano se situaría en una capa atmosférica situada entre 53 y 61 kilómetros de altura, en donde la temperatura es de unos 30 grados centígrados y la presión atmosférica es de 0,5 bares. Además, el fosfano se ha detectado en latitudes medias, pero no en los polos del planeta, mientras que las concentraciones en el ecuador son más bajas.
Los autores del estudio han tratado de explicar esta presencia de fosfano y en esa cantidad mediante métodos abióticos y han descartado todos los sistemas conocidos en los que han pensado: fotoquímicos, rayos, volcanes, depósitos subterráneos, meteoritos… Simplemente no les salen los números y esos procesos no generarían la cantidad suficiente. Por ello, invocan a la presencia de algún proceso geoquímico o fotoquímico desconocido que esté generando fosfano en las grandes cantidades necesarias para explicar los datos.
¿Y cuáles serían los pasos a realizar ahora? En primer lugar habría que confirmar la presencia de este compuesto observando a otras longitudes de onda. De momento no parece que haya instrumental apropiado debido a que la propia atmósfera terrestre bloquea parte del espectro electromagnético.
También se ha propuesto usar el telescopio Sofía, que vuela dentro de un 747, para estudiar este misterio. Lo ideal sería una misión espacial si los resultados se confirman, pero no hay ninguna aprobada.
Sin embargo, los responsables de la misión BepiColombo ya están estudiando si podrían ayudar en esto, pues esta sonda hará dos maniobras de asistencia gravitatorio con Venus en su camino a Mercurio. Una será el próximo 15 de octubre y la otra el 10 de agosto de 2021. La idea sería usar el espectógrafo MERTIS (MErcury Radiometer and Thermal Infrared Spectrometer), diseñado para estudiar la superficie de Mercurio, para tomar espectros de la atmósfera de Venus en cada uno de los dos encuentros con el planeta, que se darán a 10000 km y 550 km de distancia respectivamente, que es casi nada en términos astronómicos. Aunque no están seguros del éxito en este sentido, el intento merece la pena.
A largo plazo una misión de tipo globo a la atmósfera de Venus, como la propuesta con el nombre Calypso, podría ser la mejor solución para despejar muchas dudas. También misiones como DAVINCI+ podrían ser de gran utilidad.
De momento, lo que sí se podría hacer, es investigar sobre la producción de fosfano por parte de la vida terrestre. Se sabe que es un subproducto de ciertas rutas metabólicas, pero se desconocen los detalles. No estaría mal financiar ese tipo de ciencia básica.
Lamentablemente, los grandes titulares en este caso se asemejan a los que tuvieron famosos fósiles de microbios marcianos encontrados en un meteorito y sobre los cuales se descartó más tarde su origen biológico.
El tiempo dirá qué hay en Venus.
ACTUALIZACIÓN:
El los últimos días han aparecido varios resultados que apuntan a que no hay fosfano en Venus o, al menos, que los datos del artículo que inició todo esto no permiten afirmarlo. Un artículo todavía en preprint (https://arxiv.org/abs/2010.14305) es contundente al respecto y sugiere que el resultado puede que sea un producto de sesgo de confirmación. Si hay fosfano este debería estar a un concentración aún más pequeña. Los autores de este trabajo van aún más allá y solicitan al grupo de Greaves que retire su artículo en Nature Astronomy.
Así que parece que este resultado dormirá el sueño de los justos junto al de las bacterias marcianas, las bacterias hechas de arsénico y otros resultados. De todos modos, no pasa nada porque es así como funciona la ciencia. Lo grave sería que los resultados (cualquiera) se creyesen sin más. Siempre hay un diálogo que termina por confirmar o refutar los resultados.
Copyleft: atribuir con enlace a https://neofronteras.com
Fuentes y referencias:
Artículo original.
Preprint que niega el resultado.
Foto: ISAS and JAXA Wikimedia (CC BY 4.0)
* Frecuentemente se suele traducir la palabra inglesa ‘evidence’ como ‘evidencia’, pero su traducción correcta es ‘prueba’ o ‘indicio’. Evidentemente, una evidencia no se cuestiona por ser obvia para todos.
23 Comentarios
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domingo 20 septiembre, 2020 @ 11:19 am
Debemos estar contentos: Ayer me dijo una moza aficionada a estar al día en ciencia que posiblemente podamos colonizar Venus, arreglándolo un poquito, claro. Y es que el optimismo no tiene límites.
domingo 20 septiembre, 2020 @ 1:04 pm
El mejor artículo de divulgación sobre esta cuestión que yo he podido leer. ¡Muchas gracias!
domingo 20 septiembre, 2020 @ 10:01 pm
He acabado el libro (http://esystems.mx/BPC/llyfrgell/0365.pdf) que recomendé en el artículo «Sigue la tensión» y que se cerró en el comentario 52. Es muy difícil para mi aceptar lo que dice. Por ejemplo: (pág. 6): (La «nada» es tan material como lo es «algo», sobre todo si se va a definir como la «ausencia de algo»). En principio porque hemos sido enseñados desde nuestra primera educación en lo que parece razonable: de la nada, nada puede obtenerse.
Cuando dice (pág. 38): («… Cuando digo «nada»… si tomamos una región espacial y sacamos todo lo que hay dentro… el espacio vacío pesa «algo»), por fuerza ha de referirse al espacio intrauniversal. Y es que, en mi concepción del universo que, naturalmente, puede estar equivocada, pienso que el universo se expande por una nada absoluta, extrauniversal que no puede contener nada -repito- absolutamente nada, y no estoy de acuerdo con nuestro amigo «petrus» en su com. 38 de que la potencialidad pueda tomarse como algo.
En (pág. 44): (Las partículas virtuales, por tanto, existen) Sí, lo creo sin dudar. Y sigue en la (pág. 45): (… las partículas pueden ser portadoras de una energía casi infinita a condición de que desaparezcan en lapsos infinitamente breves). Pienso que E = mc^2, o sea m = E/c^2 hace que la energía haya de ser inmensa para un solo átomo, claro que si tratamos con infinitos… todo vale. Luego viene a decir que la energía asociada con toda la materia conocida en el universo resulta ser 10^120 veces superior a ella, incluida la materia oscura, pero que tal cosa es imposible y, por tanto es un problema sin resolver. Así que pienso que algo muy importante falla.
(Pág 68): (Las ecuaciones de Einstein tienen una solución perfectamente válida para un único sistema masivo rodeado por un espacio estático y vacío en lo demás. Si tal solución no existiera, entonces la relatividad general sería incapaz de describir los objetos aislados tales como estrellas de neutrones…o agujeros negros). En mi opinión sigue refiriéndose a un vacío intrauniversal, y me pregunto si esa solución no podría incluir una galaxia con su materia oscura o, incluso el universo considerado como un todo. Pero sé demasiado poco, desgraciadamente. ¡Quién fuera Lluís, o Albert, o Neo -aunque también tendrán sus límites-! Pero cualquier paso hacia adelante tiene su satisfacción.
(Pág. 81): (Una mente abierta nos obliga a que nuestra imaginación se adecúe a la realidad demostrada y no viceversa). Totalmente de acuerdo.
En la (pág. 88) encuentro una incierta satisfacción: (Es posible porque la presión gravitatoria asociada… es, de hecho, negativa). ¿Será esto lo que intuí en mi com. 39? Quizá no: ¡qué desilusión!
En la (pag. 89) ya se mete en faena y afirma: (El espacio vacío es un caldo de partículas virtuales que existen y dejan de existir en un lapso tan breve que no las podemos detectar directamente). Pero previamente ha dicho (pág. 89) que «esto, en experimentos de laboratorio, ya se conoce bien», lo que me lleva a afirmarme en que se está refiriendo al «espacio-vacío-nada» intrauniversal.
(Pág. 91): Explica que la pérdida de masa de un AN por la creación en el límite exterior del horizonte de sucesos de partícula + antipartícula, o sea cero, termina evaporando al AN y con ello como ejemplo deduce que: (… en las circunstancias adecuadas no solo la nada puede convertirse en algo, sino que es preciso que ocurra). Seguidamente afirma: (… uno de los primeros ejemplos de que la «nada» pueda ser inestable y formar algo procede de los intentos de comprender por qué vivimos en un universo de materia). Me parece un fallo tremendo extraer de un deseo de comprender un hecho de la naturaleza.
En la (pág. 92) viene a decir lo que yo interpreto como X^y – X^y = 0 siendo X e y tan grandes como podamos imaginar, pero que en esa igualdad puede haber un mínimo sobrante -una pequeña asimetría dice- que ha de ser tan inmensa, que es nuestro universo. Sinceramente no me cuadra. Pero, meditándolo bien, tampoco tenemos una referencia de lo que es muy grande o muy pequeño. Sólo si nos tomamos a nosotros como unidad de medida, tanto en lo espacial como en lo temporal. Pero ¿como de grande es el mundo para una bacteria?
Vuelve a insistir en la (pág. 93) en que la nada es inestable, lo que puedo admitir en esa nada=espacio vacío intrauniversal.
(Pág. 97):
domingo 20 septiembre, 2020 @ 11:45 pm
Parece que se refiere al vacío cuántico, no a la «nada» desprovista de toda propiedad que planteaba Petrus.
Muy bien señalada esa falacia equivalente a la que reza que el hombre es una prueba de la existencia de Dios. ¿De dónde saca ese 10 elevado a 120?
Pero mejor todavía otra que has puesto:
(… en las circunstancias adecuadas no solo la nada puede convertirse en algo, sino que es preciso que ocurra.)
Amén.
domingo 20 septiembre, 2020 @ 11:58 pm
Aclaro lo de amén que es por plantearlo en plan doctrinal, no porque no tengamos una teoría que plantea la posibilidad de que el Big Bang surgiese de la nada, por una combinación cuántica tan sumamente improbable que solo ocurre cada tropecientosmil eones, que la tenemos. Pero teoría que puede irse por el retrete del Dr. Thriller en cosa de unos años cuando las ondas gravitacionales nos retrotraigan esperemos que hasta el propio Big Bang.
Muchas gracias por ahorrarme esa lectura y un gran abrazo, amigo Tomás.
lunes 21 septiembre, 2020 @ 3:29 am
Y la falacia a la que me refiero:
«… uno de los primeros ejemplos de que la «nada» pueda ser inestable y formar algo procede de los intentos de comprender por qué vivimos en un universo de materia)».
https://es.wikipedia.org/wiki/Argumento_ad_consequentiam
Como acabo de decirte, muy buen señalada, mi querido Tomás.
lunes 21 septiembre, 2020 @ 12:12 pm
Lo he enviado por temor a que se me borrase.
Sigo en la 97: Dice que (hay un universo en el que la energía total es, definitiva y precisamente cero), aunque en la 98 les da un tiempo de permanencia del lapso de Plank: 5,39 x 10^(-44) s. Ahora bien, encuentra la solución si, antes del colapso, se da una inflación que lo convierte en infinitamente grande y, por tanto, plano.
(Pág. 99): Dos condiciones: (1. En la gravedad cuántica, los universos pueden aparecer espontáneamente de la nada; más aún, siempre lo hacen). Pero -¡asombroso!- (no es preciso que tales universos estén vacíos sino que pueden contener materia y radiación, siempre que la energía total… sea cero). Aquí me pregunto ¿qué es un universo vacío? Y si se refiere al Planck anterior, esa nada que contiene materia y radiación, no es nada, es ya algo. Y (2. Para que los universos cerrados puedan crearse… se necesita… la inflación)
Insiste en que la «Nada» -en este caso, la ausencia de espacio y tiempo, de todo: la «nada de nada» es inestable. Dice que eso no demuestra que nuestro universo surgiera de la nada -evidentemente que no lo demuestra-. Añade que quizá tampoco se necesiten las leyes de la física -me parece lo natural en una Nada con mayúscula.
A pertir de pág. 100 se dedica preferentemente a refutar a Dios, pero al final de la 101 dice algo importante: («De la nada, nada se crea» carece de fundamento científico) y que aducir eso es obvio, inquebrantable e irrefutable es fals, aunque pone un ejemplo que no me parece correcto. Pienso que tal cosa debe ser demostrada porque me parece tan obvio como decir que yo soy yo; a ver cómo demuestro lo contrario. Luego sigue con Dios.
Más adelante divaga en posibilidades. Tampoco su epílogo añade algo a lo ya expuesto.
Por último un postfacio de R Dawkins aprovecha para su ateísmo -y el mío-, aunque me parece ridículo fechar el futuro en billones de años d. C. ¿Hubo algún billón a. C. para la humanidad?
Para mi es bueno quitar al intermediario, pero no me acaban las razones.
Amigo Eduardo: Le encuentro sentido a combinar el movimiento caótico resultante si consideramos el universo como un gas que se expande.
Abrazos a todos cuantos tengan la paciencia de leer mi «extenso resumen».
lunes 21 septiembre, 2020 @ 12:16 pm
Gracias, mi querido amigo Miguel. Hasta ahora no me había atrevido a retroceder: ya sabes lo chapuzas que soy en el ordenador.
Un fortísimo abrazo y cuidaros mucho todos.
lunes 21 septiembre, 2020 @ 4:54 pm
Amigo Tomás. Puedes explicar con mas detalle a que te refieres con la siguiente frase, en tu comentario (7) de la entrada de Neo Posible fosfano en Venus.
Amigo Eduardo: Le encuentro sentido a combinar el movimiento caótico resultante si consideramos el universo como un gas que se expande.
Abrazoa.
martes 22 septiembre, 2020 @ 8:00 am
Es que, Eduardo, me refiero a unas conjeturas tuyas de tu com. 30 del artículo «Sigue la tensión» en las que hablabas de transformación del momento angular en momento lineal, y yo te respondía más tarde que podría ser caótico o algo así.
Un abrazo.
miércoles 23 septiembre, 2020 @ 2:29 am
He leído hace poco, que » David Hume postulo que “la causalidad es el cemento del Universo”. De esta manera explicaba cómo la causalidad no es sólo una línea como una fila de fichas de dominó, sino que también es, una red, un entramado. Y esta red esta entrelazada de una manera “irrompible”, por así decirlo, “pegada con cemento”. Determinismo duro.»
«Nietzsche propuso abrazar la doctrina del Eterno Retorno, como experimento mental, aunque tiene una perfecta base en la ciencia cosmológica:la materia del Universo es limitada, así como el espacio, pero el tiempo es ilimitado, de modo que en la sucesión Big Bang-expansión-límite-contracción-Big Crunch-de nuevo un Big Bang… todo se repetiría en el mundo de manera idéntica una y otra vez durante toda la eternidad. »
https://elmanifiesto.com/cultura/406217645/Domino.html
jueves 24 septiembre, 2020 @ 11:13 am
Por tu 6, Miguel, ya veo razonado en tu envío aquello en lo que concordamos.
David, estoy convencido de que el determinismo es el cemento, aunque de una forma más simple que lo expresado en el artículo que señalas. Sí es una red, incluyendo lo cuántico.
Abrazos a ambos.
sábado 26 septiembre, 2020 @ 2:50 am
Tomás, ¿de que forma el determinismo es el cemento, pero de una forma más simple que el que explica el artículo del cultural del Manifiesto, » Domino»?.
sábado 26 septiembre, 2020 @ 12:35 pm
Quisiera referirme a las diversas concepciones de la nada, que se hacen patentes en el com. 50 de «petrus», y en el libro que recomendé de Lawrence M K.raus: «Un universo de la nada».
Podríamos distinguir una nada filosófica, la de «petrus» tan absoluta que hay que darle la razón: no hay espacio, no hay tiempo, no hay energía, ni materia, ni puede haber fenómeno alguno: no hay existencia. Por tanto podríamos llamarla NADA y de ella es imposible que algo salga.
En el libro al que me refiero, siempre se habla de una nada intrauniversal, una nada formada por espacio con propiedades, especialmente la de inestabilidad. Lo dice cuando afirma que se ha experimentado, que se ha conseguido crear -creo recordar- materia y antimateria durante un infinitesimal instante. Forzosamente eso ha sucedido en el espacio que ocupa el universo. Diría que podemos llamarle «nada universal». A veces puedo imaginar, cuando pienso que se cree que existe algo así como la densidad de un átomo de hidrógeno por m3, que, al fin y al cabo, el espacio sobrante en ese m3, y el mismo átomo, están sometidos a todos los campos que conocemos y los que desconozcamos. Esa es la nada de la que el autor habla. Por tanto no es la NADA; es la que llamaremos «nada universal».
Pero ¿qué universo había antes del BB? Fuera de la singularidad, ¿qué había? Es que si NADA había, no podía haberse expandido en esa NADA absoluta.
Entonces pienso que debió haber y todavía existir, una «nada extrauniversal», sin propiedad alguna salvo la de su potencialidad para poder ser ocupada por el universo en expansión desde el primer instante del BB hasta ahora al menos. Es entonces un espacio sin más, incapaz de que en él se dé fenómeno alguno.
Si se dio el BB, entonces, lo que se desarrolló fue la energía-materia y el tiempo.
Esa es mi conclusión provisional sobre «Un universo de la nada»
Saludos.
sábado 26 septiembre, 2020 @ 12:41 pm
Me refiero al 50 de «petrus» en «Sigue la tensión»
domingo 27 septiembre, 2020 @ 12:15 pm
Sé que el saber no ocupa lugar, pero la minimísima singularidad inicial, ¿donde estaba? Porque en la NADA antes definida no podía estar, pero tampoco en el vacío que describe L. M. K.rauss que es un vacío intrauniversal y es que, en aquel instante, esa singularidad era todo el universo.
Bueno, si alguien se atreve, ya me dirá.
domingo 27 septiembre, 2020 @ 4:46 pm
Querido amigo David:
Una crítica al planteamiento de la causalidad de Hume es que, a priori, descarta que el azar pueda jugar algún papel. Solamente se centra en el empirismo.
Un abrazo.
domingo 27 septiembre, 2020 @ 5:01 pm
Amigo Tomás.
Veo que te sucede como a mí. Llegamos al límite de nuestra capacidad de comprensión. Como somos inconformistas no paramos de querer encontrar solución lógica objetiva al problema del inicio, cuando, cómo y por qué. Claro que descartando las soluciones fáciles tipo divinas.
En mi opinión creo que tenemos que ser humildes y aceptar nuestras limitaciones, lo que no quiere decir que paremos con la búsqueda. Puede que en algún momento lleguemos a un nivel superior de inteligencia que nos permita entender algunos de estos conceptos. Aunque pienso que nuevamente surgirán dudas aun mas profundas. Al final de cuentas no somos Dioses.
Por lo demás estoy de acuerdo con lo que dices en los comentarios anteriores.
domingo 27 septiembre, 2020 @ 10:46 pm
La ciencia no siempre nos ofrece respuestas y seguramente nunca acabe resolviendo esas últimas preguntas, pero siempre está abierta a intentarlo.
Y el ser humano está en su perfecto derecho de plantearse ese tipo de preguntas y no quedarse en la única «solución» que se haya escrito en libros religiosos escritos hace más de 2.000 años. Doctrina y ciencia no son equiparables.
lunes 28 septiembre, 2020 @ 12:23 am
Encontrar la verdad es difícil y el camino a ella es pedregoso.
Como buscadores de la verdad deberéis ser sabios para retener el juicio y no confiar simplemente en los escritos de los antiguos. Se debe cuestionar y examinar críticamente aquellos escritos desde todos los puntos de vista.
Se debe empeñar solamente en argumentar y experimentar, y no quedarse con las afirmaciones de cualquier persona.
Todo ser humano es susceptible a la imperfección.
Como buscadores de la verdad debemos sospechar y cuestionar nuestras propias ideas mientras realizamos nuestras investigaciones para evitar caer en el prejuicio o en el pensamiento descuidado.
Tomad este camino y la verdad os será revelada.»
Ibn-Al Haytham.
martes 29 septiembre, 2020 @ 12:45 pm
Perdona David, que no haya respondido a tu 13. Yo eliminaría todo lo que atañe a filosofía pura. Sólo me atrevo a considerar la filosofía científica, o sea, aquella que intenta interpretar los hechos, las experiencias, etc., refiriéndose a ellas en concreto.
Un cordial saludo.
sábado 17 octubre, 2020 @ 11:50 am
Querido amigo Miguel: Quiero despedir el artículo diciendo que no reconocí a tu Ibn Al Haytham, hasta que lo he mirado en Wiki y he visto que tenía noticia de él como Alhacén, aunque solo por las lúnulas y por su incursión en los primos. No sabía que era el creador del método científico, la base de nuestro conocimiento actual, ni las otras muchas cosas de las que habla la enciclopedia.
Gracias por tu aportación a mi escaso conocimiento.
miércoles 28 octubre, 2020 @ 7:47 pm
Esta noticia ha sido actualizada.