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Más círculos de las hadas

Área: Biología — lunes, 2 de octubre de 2023

Encuentran candidatos a ser círculos de hadas en otras zonas desérticas del mundo, además de en Namibia y Australia.

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El asunto de los círculos de las hadas ha sido cubierto en NeoFronteras en diversas ocasiones. Consisten en formaciones naturales en forma de circunferencias localizadas en zonas áridas de nuestro planeta. Hasta ahora solo se habían encontrado en Namibia y Australia.

No se está seguro acerca de los factores ambientales que expliquen el fenómeno. Los círculos de hadas inspiran asombro y alimentan la discordia entre los expertos. A lo largo de los años, se han propuesto múltiples hipótesis para explicar su formación y han dado lugar a numerosas discusiones sobre los mecanismos que las crean. Durante décadas, los científicos han debatido acaloradamente el origen de los extraños patrones en la tierra desértica. Sin embargo, hasta el momento se desconocía la dimensión global de este tipo de fenómenos.

Hasta ahora no se habían analizado los factores climáticos, edáficos y ambientales que determinan la distribución de los círculos de hadas a escala global porque sólo eran se conocían en Namibia y parte de Australia. Ahora un grupo de científicos españoles ha descubierto que el fenómeno está más extendido en la Tierra de lo que se creía.

«Analizar sus efectos en el funcionamiento de los ecosistemas y descubrir los factores ambientales que determinan su distribución es fundamental para comprender mejor las causas de la formación de estos patrones de vegetación y su importancia ecológica», afirma Emilio Guirado (Universidad de Alicante).

Hasta este estudio, este grupo de científicos no formaba parte del colectivo de investigadores de los círculos de hadas. Se vieron arrastrados por el misterio cuando Emilio Guirado y uno de los autores del estudio, detectó algo extraño en Google Earth cuando vio patrones en Níger que parecían ser círculos de hadas. Se preguntó, entonces, si podrían existir en otros hábitats de regiones secas. Así que los investigadores entrenaron un modelo de reconocimiento de patrones con imágenes de los círculos de hadas conocidos de Namibia y Australia para averiguarlo. Aplicaron el modelo a través de imágenes satelitales de zonas secas en todo el mundo.

Con la ayuda de modelos basados en inteligencia artificial, los científicos clasificaron imágenes de satélite y obtuvieron 263 sitios donde se observan patrones similares a los círculos de hadas descritos hasta la fecha, los de Namibia y Australia Occidental, incluido el Sahel, el Sáhara Occidental, el Cuerno de África, Madagascar, el suroeste de Asia o el centro de Australia. Según esto, los círculos se dan en hasta 263 sitios de 15 países en tres continentes.

«Nuestro estudio proporciona indicios de que los círculos de hadas son mucho más comunes de lo que se pensaba, lo que nos ha permitido, por primera vez, comprender globlamente los factores que afectan a su distribución», destaca Manuel Delgado Baquerizo (IRNAS-CSIC).

Los investigadores descubrieron la combinación de características del suelo y el clima que se había en esos lugares. Las circunferencias se daban en lugares cálidos y áridos con suelo arenoso con bajo contenido de nitrógeno y una precipitación media de menos de 200 mm/año. Aunque este tipo de terreno desértico o seco representa el 41 por ciento de la superficie terrestre, el modelo identificó sólo una pequeña fracción que potencialmente contiene círculos de hadas.

«Este estudio ha tenido en cuenta múltiples variables hasta ahora no consideradas, como el albedo o el estado de los acuíferos. Se trata de un factor especialmente relevante, ya que el uso masivo de aguas subterráneas en zonas áridas de todo el mundo, incluidos desiertos, podría alterar estas formaciones ”, afirma Jaime Martínez-Valderrama (EEZA-CSIC).

Los investigadores también compararon la estabilidad de la productividad primaria de la vegetación de los círculos de hadas con la de otros ecosistemas y encontraron una mayor estabilidad cuando los círculos de hadas estaban presentes.

«Estos resultados proporcionan la primera prueba empírica de una mayor estabilidad de la productividad del círculo de hadas, una propiedad clave de los ecosistemas que se relaciona con la provisión estable de servicios ecosistémicos como la cantidad de forraje», indica Fernando T. Maestre (Universidad de Alicante).

«Estos resultados también abren la puerta a investigar si estos patrones espaciales pueden ser indicadores de la degradación de los ecosistemas con el cambio climático, como ocurre con otros patrones espaciales de vegetación en zonas áridas», añade Miguel Berdugo, coautor del estudio.

Este estudio pone a disposición un atlas global de círculos de hadas y una base de datos que podría ser útil para determinar si los patrones de vegetación de los círculos de hadas son más resistentes al cambio climático y otras perturbaciones.

«Esperamos que estos datos inéditos sean de utilidad para aquellos interesados en comparar el comportamiento dinámico de estos patrones con otros presentes en zonas áridas de todo el mundo», concluye Guirado.

Otros investigadores que han trabajado en círculos de hadas dicen que hasta que no se realice el trabajo de campo en esos lugares, queda por ver si alguno de los parches circulares recientemente identificados son verdaderos círculos de hadas. También los hay que discuten la definición de «círculos de las hadas» y añaden que debe haber un patrón superior que agrupe los círculos.

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Fuentes y referencias:
Artículo original.
Foto: NeoFronteras.

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2 Comentarios

  1. tomás:

    Bien, por fin me decido a comentar sobre el tema. Y es que, en realidad la intuición del primero que así los nombró, acertó plenamente. Los maravillosos seres que los hacen, tan redonditos, casi uniformemente separados, son verdaderas hadas, aunque microscópicas, alimentándose de la vegetación, pero respetando una distancia con sus congéneres. Y no digo más porque no puedo revelar sus intimidades. Solo decir que son bondadosas y juguetonas; un tanto bromistas, por lo que se entretienen intrigando a los científicos humanos.
    Así que callo de momento al menos; a no ser que alguien me contradiga.

  2. tomás:

    Como veo que nadie me hace caso, o me toma a broma, pregunto y reprocho: ¿no os dais cu, -como diría Chiquito de la Calzada- de que por muy sofisticados que sean los satélites, siendo las hadas microscópicas, no van a poder verlas desde tal altura?
    ¡Catastrófica tecnología!

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