NeoFronteras

¿Abundancia de exolunas habitables?

Área: Espacio — jueves, 30 de junio de 2011

Un estudio basado en simulaciones computacionales sugiere que un 5% de los jovianos en zona habitable podrían tener lunas propicias para la vida.

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Dejemos volar la imaginación. Imaginemos que hay lunas del tamaño de la Tierra orbitando alrededor de planetas gaseosos gigantes y que están justo en la zona de habitabilidad de su estrella. Sus días y noches serían largos y sus cielos estarían adornados por la gigantesca silueta de su planeta joviano.
Quizás esas exolunas pudieran tener agua y que se hubieran dado las condiciones para la vida. Podría incluso ser un sitio similar a la luna de Endor de “El imperio contraataca” o a la Pandora de “Avatar”, aunque no tendría por qué tener esa clase de personajes.
En el pasado ya hemos mencionado en NeoFronteras la posibilidad de existencia de estas exolunas, y la posibilidad de que alguna vez las detectemos. Ahora, según un estudio reciente, puede que el 5% de los planetas gaseosos gigantes en la zona de habitabilidad tengan exolunas habitables (aunque no necesariamente habitadas).
El telescopio espacial Kepler lleva un tiempo explorando una pequeña región del cielo en busca de exoplanetas. De momento no ha encontrado un planeta como la Tierra a la distancia adecuada, pero sí ha encontrado planeta jovianos que se encuentran en esa zona de habitabilidad (además de muchos otros exoplanetas). Sin embargo, este tipo de planetas no son adecuados para la vida tal y como la conocemos. Aunque se haya especulado sobre una hipotética vida en planetas jovianos, es más fácil imaginar vida sobre alguna de sus posibles lunas o satélites naturales de ese tipo de cuerpos.
Simon Porter y sus colaboradores del Lowell Observatory en Flagstaff (Arizona) han creado un modelo computacional con el que han estudiado la posibilidad de que un planeta gigante capture gravitacionalmente hipotéticos planetas de tamaño terrestre.
En las simulaciones el planeta capturado tiene en principio una órbita muy elíptica alrededor del joviano en la zona de habitabilidad. Al cabo de pocos millones de años la mitad terminan cayendo sobre el joviano o siendo expulsado, pero la otra mitad termina adquiriendo órbitas estables no retrógadas alrededor del joviano (y en su mismo plano orbital) convirtiéndose en satélites naturales con un clima estable. Las condiciones favorables para la vida se mantendrían durante miles de millones de años en este último caso, dando lugar a la posibilidad de que surja y evolucione la vida.
Este investigador asegura que, para ciertos casos, la exoluna sería detectable desde la Tierra por el método de tránsito, que es el sistema que usa la misión Kepler.
Hasta ahora no se ha observado o detectado ninguna exoluna y no está claro cuántas de esas exotierras serían capturadas por el joviano de turno. Siendo este punto el principal problema de este estudio. Los modelos sugieren que la probabilidad de que se dé una captura de este tipo es baja.
Sin embargo, pese a la baja probabilidad, Porter sostiene que al final habría muchas exolunas habitables. Si el 10% de los planetas gigantes en zona habitable capturaran una de esas exotierras un 50% de ellas terminarían con exolunas con condiciones propicias para la vida, entonces uno de cada veinte planetas gigantes en la zona habitable de una estrella similar al Sol podría tener exolunas.
Se espera que Kepler detecte unos 300 planetas en las zonas habitables de las estrellas que vigila hacia el final de su misión. Según Porter esto significaría la posible existencia de varias docenas de posibles exolunas.
Auque hay un serio inconveniente para que estas lunas estén habitadas. Los planetas gigantes como Júpiter tienen cinturones de radiación muy potentes que esterilizarían cualquier vida superficial que estuviera sobre una luna demasiado cercana. Aunque el agua y la tierra pueden apantallar la radiación, el proceso de captura generaría mucho calor sobre la futura exoluna, los mares y océanos podrían hervir y su agua perderse en el espacio. Tendrían que tener mucha agua para retener el suficiente después del evento. Quizás esto no sería tan grave si la captura se produjera al poco de la formación del sistema solar en cuestión.
Según Lisa Kaltenegger, del Harvard-Smithsonian Center for Astrophysics, y no implicada en el estudio, el problema es la identificación de potenciales exolunas habitables entre todas las que se hayan detectado, ya que se requeriría un análisis espectral de sus atmósferas y esto no es fácil. Ignoramos por completo la relación que hay entre el número de planetas (o lunas) habitables y los planetas realmente habitados, aunque sólo sea por microbios.
¿Quién sabe?, quizás dentro de poco los chicos de Kepler nos sorprendan con la detección de la primera exoluna. Lo que va a ser un poco más difícil será verla o ver tan siquiera exoplanetas en general. Un recorte presupuestario ha hecho que se reduzca el diseño del gran telescopio europeo E-ELT, cuyo espejo primario pasará de 42 m a 39.3 m de diámetro, lo que comprometería su capacidad para ver exoplanetas. Algunos expertos sostienen que, aunque el recorte no es desastroso, hará la visualización de una exotierra mucho más difícil y sólo si está muy cerca.

Copyleft: atribuir con enlace a http://neofronteras.com/?p=3544

Fuentes y referencias:
Noticia en Science.
Artículo en ArXiv.
Si la luna Pandora de la película Avatar existiera la podríamos detectar pronto.
¿Encontrará Kepler lunas habitables?
Ilustración: Dan Durda

Salvo que se exprese lo contrario esta obra está bajo una licencia Creative Commons.
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7 Comentarios

  1. Alejandro:

    Una orbita muy elíptica ¿podría generar fuertes tensiones gravitatorias, y con eso vendrían volcanes y terremotos?

    Si un planeta tipo joviano emite energía por radiación atmosférica, ¿podría una forma de vida aprovechar esa energía? Esto permitiría la vida en una luna joviana que esté alejada de su estrella, y no reciba suficiente radiación de esta.

  2. NeoFronteras:

    Una órbita con alta excentricidad produciría mareas muy fuertes.
    En cuanto a la posible vida en otros sitios la realidad es que no se tiene ni la más mínima idea desde el punto de vista científico, pues no tenemos absolutamente ninguna muestra de vida extraterrestre. La Exobiología es, de momento, una especie de «teología científica», sin objeto de estudio. Lo que sí parece haber es el estudio de la extremofilia terrestre.
    Así que se trata de extrapolar lo que conocemos de vida terrestre en otros lugares y dejar espacio para la imaginación.
    La vida tal y como la conocemos necesita de agua líquida. Pero aún más limitante que eso es la existencia de un gradiente térmico o de energía que permita la generación de trabajo y el procesamiento de información. Los límites termodinámicos son insalvables.
    Un joviano emite radiación electromagnética, pero ésta es muy escasa como para tener algo así como una fotosíntesis y con la amenaza de existencia de radiación de partículas que esterilizan la vida. Si es un joviano tan pesado como para ser enana marón se podría tener un flujo de energía electromagnética mayor.

  3. Gerardo:

    estas exolunas habitables tendrian una ventaja adicional que no tuvimos nosotros (ni tenemos) en la tierra, tener a la aspiradora de asteroides cerca protegiendonos. Tal vez el mantenimiento de la vida en una exoluna sea más fácil incluso que en un planeta

  4. NeoFronteras:

    Pues no lo podemos saber. Quizás sea peor, pues un planeta joviano puede atraer este tipo de objetos y no necesariamente se los va a tragar él. Puede que en el camino tropiecen con una de esas lunas.

    Por otro lado no está clara la función de negativa de este tipo de eventos. Puede que la vida necesite de una buena agitación de vez en cuando para que surjan cosas nuevas. Sin el meteorito del Cretácico nosotros no estaríamos aquí y puede que no hubiera dinosaurios inteligente sustituyéndonos. Ellos tuvieron una oportunidad de 160 millones de años de duración para crear vida inteligente y no lo consiguieron.
    De nuevo es imposible saber qué hubiera ocurrido, sólo podemos especular.
    Sería interesante aplicar el método científico a escala gigantesca y tener planetas en los que experimentar y ver qué pasa al cabo de unos millones de años una vez introducida una extinción masiva. Puede que no se repitiera ningún resultado, pero quizás se podría hacer alguna estadística.

  5. Miguel Angel:

    Acerca del comentario de Neo: si no encontrásemos vida en Encélado podríamos empezar enviando un tipo o varios extremófilos y empezar ese estudio.

    También sería interesante, si la crisis inminente no acaba también con ellos, ver que pasa con las otras especies de primates o los elefantes dentro de unos cuantos millones de años.

    En cuánto a la Exobiología, me encantaría equivocarme, pero creo que lo mas probable es que la primera forma de vida que encontraremos fuera de La Tierra probablemente sea algún extremófilo (tal vez en estado quiescente o espora)…y procedente de La Tierra.

    Saludos/abrazos.

  6. JOrge:

    Ademas ¿una hipotética exoluna de tamaño terrestre no tendría su rotación parada con respecto al joviano? la variación de temperaturas a lo largo de un día de una semana o mas serían muy difíciles de soportar. A mayor distancia la radiación de los cinturones de Van Allen del joviano seria menor pero los días mas largos… Podemos imaginar cualquier cosa claro, pero vida mas compleja que la bacteriana se ve difícil.

  7. NeoFronteras:

    Estimado Jorge:
    Pues sí tendrían un día largo, pero no una cara asada y otra congelada, así que no parece muy malo.
    Si están lejos del planeta quizás no les pase eso y encima no sufrirían los efectos del cinturón de radiación del planeta. Es concebible vida compleja en un sitio así.
    Aunque si las estadísticas de muestra 1 ya son difíciles las de muestra 0 son aún peores.

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