NeoFronteras

Deforestación y cesta de la compra

Área: Medio ambiente — domingo, 14 de septiembre de 2014

El comercio mundial de alimentos es la causa principal de la deforestación de la selva tropical. Parte de la culpa la tiene la Unión Europea y sus laxas leyes al respecto.

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Imagen basada en datos del Landsat donde aprecia el progreso de las áreas deforestadas a lo largo de las vías de comunicación. Foto: Robert Simmon.

Cada vez que vamos a la compra llenamos el carrito con material de contrabando sin saberlo. Resulta que los dueños de plantaciones comerciales y las grandes compañías de alimento son los mayores responsables de la tala ilegal de la selva tropical. Son las mismas compañías que llenan las estanterías del supermercado con cosas que van desde la ternera al champú pasando por las galletas.
La agricultura comercial es ahora responsable de más del 70% de la deforestación tropical y la mitad de esa deforestación es ilegal, dice el experto en bosques Sam Lawson, un investigador independiente anteriormente en Chatham House (Londres).
Lawson ha recopilado datos de los archivos gubernamentales y estudios locales de diversos países a lo largo de todo el mundo. El comercio de cultivos y productos animales crece en 61.000 millones de dólares cada año sobre las áreas clareadas ilegalmente, principalmente en países en vías de desarrollo, productos que terminan bajo la denominación de las marcas principales. Esto incluye un estimado 44% del comercio internacional de aceite de palma, un 20% de soja y un 14% de ternera, dice el estudio que se publicará por Forest Trends, una organización sin ánimo de lucro de Washington DC.
Según el estudio el estudio, la Unión Europea es la mayor importadora de productos procedentes de la deforestación ilegal de tierras, lo que la hace responsable de cerca de un tercio de la deforestación provocada por el comercio internacional de productos agrícolas.
“Mintiendo con su retórica medioambiental, Europa es la mano oculta detrás de la deforestación del trópico”, dice Saskia Ozinga, miembro del grupo de apoyo a los bosques FERN de Moreton-in-Marsh (RU). Le sigue China, India, Rusia y EEUU.
Tanto la UE como los EEUU tienen leyes que prohíben la importación de madera ilegal, pero no tienen leyes similares que mantengan fuera a los productos agrícolas cultivados ilegalmente sobre bosques talados, dice Lawson. “Este acceso sin trabas está minando los esfuerzos de los países tropicales para hacer cumplir sus propias leyes”.
Indonesia es el actual núcleo de este saqueo del bosque. Entre 2000 y 2012, que es el periodo cubierto por el estudio de Lawson, alrededor del 80% del bosque eliminado fue clareado ilegalmente. Tres cuartas partes de los productos cultivados han sido exportados fuera del país. Indonesia es el principal exportador de aceite de palma, que resulta estar en un tercio de todos los productos de consumo.
Además está Brasil, en donde el 90% de la deforestación ocurrida desde 2000 ha sido ilegal. Pero el ritmo al que se pierde el bosque ha caído bruscamente desde que el gobierno se volvió duro en 2004 contra los que quebrantan la ley.
Otros países a resaltar en este aspecto con Malasia, Bolivia, Paraguay y Papua Nueva Guinea. Nuevas áreas están apareciendo en el África tropical, que se está convirtiendo en la nueva línea de producción de aceite de palma.
La ilegalidad puede adoptar diferentes formas. La mayoría de los agricultores comerciales que suministran materiales en bruto para nuestros alimentos y cosméticos tienen permiso para clarear la tierra, dice Lawson. “Pero frecuentemente los permisos son asignados de manera corrupta”, dice, o los agricultores quiebran las reglas que les obligan a mantener parte del bosque.

Esta entrada es una traducción literal de un artículo aparecido en New Scientist.

Salvo que se exprese lo contrario esta obra está bajo una licencia Creative Commons.
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5 Comentarios

  1. NeoFronteras:

    Una vez más hay que recordar no comprar o consumir nada que contenga aceite de palma. Además nuestra salud lo agradecerá.

  2. Miguel Angel:

    Querido Neo:

    Usted mismo lo ha señalado en otras ocasiones: es mucho mayor la presión e influencia que podemos ejercer como consumidores que como votantes.

    Abrazos.

  3. tomás:

    Sigo el consejo de Neo desde hace muchos años. Nunca compro nada que contenga «aceite vegetal», que es como creo que etiquetan para no mencionar que es de palma.
    Soy muy aficionado al alioli, pero -posiblemente el mayor «mercado» de productos alimenticios en España- ha dejado de hacerlo a base de aceite de girasol y lo hace desde hace poco con aceite vegetal. Consecuencia: no compro y, cuando es oportuno, informo al que está a punto de comprarlo.
    Alguna vez he llamado a un fabricante para que me aclare de qué se compone ese aceite vegetal y nunca he conseguido información. Lo más es decirme que es legal el etiquetado.
    Por cierto que no sabía que existiera un aceite de ternera.
    Abrazos.

  4. tomás:

    Pero me pregunto: ¿qué podemos hacer para reducir el consumo de alimentos? Me refiero aparte de no desperdiciar y tirar comida, como suelen hacer muchas familias, hoteles, restaurantes, etc.

  5. NeoFronteras:

    Obviamente no parece que haya algo como el aceite de ternera. Lo que ocurre es que el bosque se clarea para conseguir pastos en los que colocar terneras que luego se venden como carne.
    Otro modo de destrucción es el cultivo de soja, que luego se usa para extraer aceite u otros productos, tanto para el consumo humano como para piensos.

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