Microsplásticos en los sedimentos marinos
Miles de millones de fibras plásticas contaminan cada kilómetro cuadrado de los sedimentos marinos en todo el mundo.
Uno de los misterios que faltaba por resolver era cómo no había tanto plástico en los mares pese a la gran producción de los mismos que hace el ser humano. La contabilización de los plástico producidos, menos los destruidos, menos los que llegan a la costa no cuadraba con la cantidad de plástico que hay flotando en los mares y que era supuestamente poca cantidad.
En NeoFronteras hemos visto ya dos explicaciones al respecto, una de ellas era que parte se almacena en los hielos polares. Ahora vamos a ver una tercera explicación que se publicó el mes pasado.
La contaminación por plástico es un problema mundial. Afecta a la vida marina y también al turismo en todos los mares del mundo. Sin embargo, el alcance del daño realizado es complicado de ponderar. Como ya sabemos, el plástico no se degrada, a los microorganismos todavía no les ha dado tiempo evolucionar al respecto y poder metabolizarlos. Lo que ocurre es que el plástico se fragmenta cada vez más, hasta que pasa a formar parte del plancton marino. Pese a que el plástico es relativamente inerte, puede absorber contaminantes que luego pasan a la cadena alimenticia.
Ahora, un estudio publicado en Royal Society Open Science revela que miles de millones de fibras plásticas contaminan cada kilómetro cuadrado de los sedimentos marinos en todo el mundo.
Según este estudio parte de los microplásticos que se acumulan en los océanos caen al fondo marino en donde se acumulan a lo largo del tiempo entre los sedimentos. Al parecer la cantidad de este material en los mares profundos es cuatro veces más grande que la que hay en mares someros y regiones costeras.
Según Lucy Woodall (Natural History Museum) es alarmante encontrar tantos altos niveles de contaminación, especialmente cuando el efecto de todas estas partículas sobre el delicado equilibrio de los ecosistemas marinos profundos es desconocido.
El estudio, en el que han participado varias instituciones internacionales se centró en el análisis de los sedimentos marinos y muestras de coral recolectadas por Woodall y sus colaboradores en 16 sitios del Mediterráneo, el Atlántico y el Índico.
Estos análisis revelaron que las partículas de microplástico de 2 a 3 mm de longitud eran abundantes en todas las muestras, con una densidad que iba de las 1,4 a las 40 fibras por cada 50 ml de sedimento.
Estas partículas eran de distintos colores, pero principalmente azules, negras, verdes y rojas. El rayón contribuía con un 56,9% del total, al que se añadían el poliester, poliamidas, acetato o acrílico entre otros.
Según Richard Thompson, de Plymouth University y coordinador del proyecto, el hábitat de las profundidades marinas se extiende 300 millones de kilómetros cuadrados globalmente, así que el descubrimiento de estos microplásticos sugiere que su acumulación puede ser incluso mayor de lo que se había predicho previamente y el alcance de sus efectos nocivos dependerá de su abundancia. Añade que este descubrimiento es de gran relevancia para la comprensión del potencial que tienen estas partículas de dañar el ambiente marino.
Copyleft: atribuir con enlace a http://neofronteras.com/?p=4587
Fuentes y referencias:
Artículo. original
¿Cuánto plástico hay en los océanos?
La fusión del Ártico liberará plásticos.
Foto: University of Plymouth.
8 Comentarios
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domingo 11 enero, 2015 @ 9:31 pm
Y eso que sólo llenamos (en el pasado) el mundo de mierda los occidentales, ahora que se suman todos a la fiesta… va a ser una fiesta.
Una solución sería liberar enzimas específicas que degradasen los polímeros (no seres vivos, eso sería otra vez hacerse caquita en el principio de prudencia), el medio acuoso tiene esas ventajas, pero me temo que a esas profundidades no sé yo. Aparte el pequeño detalle que aún no las conocemos.
lunes 12 enero, 2015 @ 8:42 am
Tenía varios errores en mi haber:
Pensaba que existían algunos microorganismos capaces de degradar el plástico. Diría que lo leí hace mucho tiempo y siempre me extrañó que no se cultivaran y emplearan.
Creía que los plásticos, en general, tenían menor o igual densidad que el agua, puesto que los que tengo en casa flotan en el fregadero.
Me parecía que los tamaños de los restos eran mucho menores: del orden de micras, no de milímetros.
Por otra parte, en el artículo, unas veces se habla de fibras y en alguna ocasión de partículas y me gustaría saber si esas partículas es que, generalmente, tienen forma fibrosa.
Saludos.
lunes 12 enero, 2015 @ 10:36 pm
Los plásticos son polímeros, supongo que los monómeros como tales sí serán degradables (desde luego inorgánicamente tienen que serlo), pero precisamente si se usan como material es por su resistencia. Depende del tipo de plástico, en general lo que más los degrada es la luz solar. Para un organismo vivo depende de su capacidad de atacar no sólo el polímero, sino la forma en que se enhebra, e imagino que se escojen para su uso precisamente los más resistentes a la acción de seres vivos. Es que si no, para eso ya estaba el cartón o el papel de estraza.
Hay plásticos más densos que el agua, y otros menos densos. En general, la hebra tiene que ser más densa, dado que es una macromolécula, por tanto la densidad va en función del trenzado de esta. Es curioso en algunas siglas, porque p.ej. la densidad del LDPE ~ 0.94 y la HDPE ~ 0.97, una diferencia inferior al 5%.
Así buscando te he encontrado una lista de densidades de los más corrientes:
http://www.dotmar.com.au/density.html
Verás que la mayoría de los habituales en embalajes son, efectivamente, menos densos que el agua. Pero no los habituales en estructuras o tejidos.
Además, dado que la densidad no suele estar por debajo de 0.9, supongo que al fragmentarse y degradarse la estructura, la porosidad se incrementará y les permitirá como dicen en el artículo absorber e incorporar otro tipo de partículas, si están en la arena, granos mismo.
Los plásticos pueden hacerse o por trenzado (hebras «tejidas») y después, o bien desde el principio, por laminados. En otros casos se parte de una pasta «plástica» (de ahí su nombre, supongo), que al enfriar o ser tratada definitivamente se fija en su forma final. Depende de la sustancia. En cualquier caso son polímeros, de ahí que no sean reaprovechables, una vez que la estructura se degrada, no es reparable. Habría que desmontarlos y montarlos de nuevo (molercularmente hablando, claro).
Que yo sepa, nadie en ninguna parte dijo nada sobre que esto era más que previsible, evidente. Bueno, alguien habrá, pero parece claro que no tenía mucho predicamento.
martes 13 enero, 2015 @ 4:58 am
Muy buen aporte, querido Dr. Thriller.
Un abrazo.
martes 13 enero, 2015 @ 11:07 am
Me sumo a la alabanza de Miguel Ángel y quedo muy agradecido. He hecho una especie de muestreo para obtener una densidad media y me sale 1,37 pero, claro, lo importante sería poder hacer una media ponderada. Aun así, sirve para hacernos una idea.
Saludos muy cordiales y un abrazo de reconocimiento a tu intelectualidad científica.
martes 13 enero, 2015 @ 12:19 pm
Supongo que tambien los plásticos flotantes, al ser colonizados por organismos calcificantes, acabarán en los sedimentos marinos conformando el estrato que dará nombre al «Plasticeno».
Abrazos y o saludos para todos.
miércoles 14 enero, 2015 @ 4:33 am
Se supone que los tiramos a la basura y pagamos impuestos para que se recicle pero….
miércoles 14 enero, 2015 @ 10:50 am
Estimada «amparo»:
Ese «pero…» que dejas en suspenso también a mi me afecta aunque, posiblemente, por motivos distintos. Yo soy bastante estricto en separar las basuras que en casa se originan, pero no sé si, cuando llegan a donde deben ser recicladas, se hacen las cosas con escrupulosidad o, simplemente, aquello que no es rentable tratarlo, se va a algún vertedero.
En fin, que me gustaría ser informado por las empresas que hacen ese trabajo o por las normas de los ayuntamientos o comunidades que de ello debieran ocuparse.
Un cordial saludo.