NeoFronteras

Una estrella nos rozó hace 70.000 años

Área: Espacio — domingo, 22 de febrero de 2015

Se ha podido calcular que la estrella WISE J072003.20-084651.2 pasó a sólo 52.000 unidades astronómicas de nosotros hace 70.000 años.

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Las distancias entre las estrellas dentro de la Vía Láctea son enormes bajo nuestro punto de vista humano. Pero todas las estrellas se mueven, orbitan alrededor del centro de la galaxia y son influidas por las demás. Así que la distancia entre dos estrellas dadas cambia en el tiempo.
Gracias al efecto Doppler podemos saber la velocidad a la que se mueven las estrellas respecto a nosotros y podemos introducir este y otros datos en nuestros modelos para saber dónde estarán en el futuro y dónde han estado.
Ahora se ha descubierto que hace sólo 70.000 años una pequeña estrella pasó a 83 km por segundo muy cerca del Sistema Solar, incluso pasó a través de la nube de Oort exterior. Ninguna otra estrella se ha acercado tanto, a un quinto de la distancia de Próxima Centauri, que es la estrella más cercana ahora.
La estrella tiene el nombre formal WISE J072003.20-084651.2, pero se le ha dado el apodo de estrella de Scholz en honor de su descubridor: Dieter Scholz, que la halló en 2013 entre los datos de la misión WISE.
El nuevo descubrimiento lo han realizado Eric Mamajek (University of Rochester) y sus colaboradores.
Próxima Centauri está a 4,2 años luz de nosotros y la estrella de Scholz llegó a a estar a sólo 0,8 años luz de nosotros, o lo que es lo mismo, a 52.000 unidades astronómicas. Ahora, esta estrella se encuentra a 20 años luz de nosotros.
Los cálculos permiten asegurar que la estrella cruzó la nube de Oort exterior con un 98% de fiabilidad. Así que este hallazgo apoya la teoría de que estrellas cercanas pueden perturbar los cuerpos de la nube de Oort (escombros de la época de la formación del Sistema Solar) y lanzarlos hacia el Sistema Solar interior en lo que llamamos cometas. Se cree que la nube de Oort es la fuente de los cometas de periodo largo
Aunque en un 98% de las simulaciones la estrella pasó por la nube de Oort exterior, un 1% de las veces pasó por la nube de Oort interior, lo que ocasionaría una lluvia de cometas. En todo caso, si este encuentro perturbó algún objeto de la nube y viene hacia nosotros en forma de cometa, no llegará hasta nuestro vecindario terrestre hasta dentro de unos cuantos cientos de miles de años.
El descubrimiento se pudo realizar gracias a una conversación entre Mamajek y Valentin D. Ivanov (ESO). La estrella presentaba una baja velocidad tangencial y sólo se encontraba a 20 años luz, además parecía que tenía una alta velocidad radial, lo que podría ser indicativo de que la estrella tuvo que pasar cerca del Sistema Solar en algún momento.
Para poder saber exactamente qué paso, los astrónomos necesitaron medir con precisión tanto la velocidad radial (por Doppler) como la velocidad tangencial (ver si su posición cambia respecto a nuestra perspectiva). Para medir el primero usaron espectrógrafos tanto en el telescopio Magallanes en Chile como el SALT en Sudáfrica.
Una vez tuvieron estos datos pudieron reconstruir la trayectoria de la estrella de Scholz en el tiempo y hacia el pasado para llegar a la conclusión de que pasó a sólo 0,8 años luz de nosotros hace 70.000 años.
El resultado es sorprendente porque se cree que este tipo de encuentros sólo se da 1 vez cada 9 millones de años.
Hasta ahora sólo se conocía un caso similar con otra estrella (HIP 85605), que se encuentra a 200 años luz de distancia a nosotros, pasará cerca de nosotros dentro de 250.000 años. Pero los nuevos cálculos de Mamajek indican que no pasará por la nube de Oort.
El satélite Gaia de la ESA está ya levantado un mapa muy preciso de las posiciones y velocidades de 1000 millones de estrellas. Con estos datos se podrán reconstruir situaciones similares del pasado o del futuro.
¿Pudieron ver nuestros antepasados cazadores y recolectores de hace 70.000 años la estrella de Scholz? Al parecer no. Se trata de una enana roja con una masa de sólo un 8% la del Sol que hace 70.000 años tuvo un brillo aparente de solamente magnitud 10, por lo que era invisible a simple vista. Aunque al ser una estrella con fuerte campo magnético quizás pudieron ver algún evento de gran actividad durante los cuales, por un periodo de minutos u horas, pudo ser vista.
La estrella de Scholz forma parte de un sistema binario en la que su compañera es una enana marrón con un 6% de la masa del Sol. Se considera que las enanas marrones son estrella fallidas que no pueden mantener reacciones de fusión convencionales (sí pueden fusionar el poco deuterio que contengan), pero son mucho mas masivas que los planetas gigantes gaseosos como Júpiter.

Copyleft: atribuir con enlace a http://neofronteras.com/?p=4619

Fuentes y referencias:
Artículo original
Dibujo: Michael Osadciw/University of Rochester.

Salvo que se exprese lo contrario esta obra está bajo una licencia Creative Commons.
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9 Comentarios

  1. Dr. Thriller:

    Una de las teorías que más me gusta (mayormente por el pollo que se monta, si no hay pollo no aprendemos) es la que sitúa en partes alejadas del Sistema Solar planetas grandes, de masa tipo terrestre o ligeramente mayor, hay un estudio de la Complutense que los pone a 200-250 UA, y otro que en realidad es una guerra de guerrillas, que dice que el Sol tiene algún tipo de compañera invisible (muy difícil de detectar, o que la hemos visto ya y catalogado mal), a unos 900-1500 UA. La masa por lo visto forzosamente tendría que estar por debajo de los 30 Júpiter, una bonita enana marrón. Esta teoría es interesante porque el movimiento de precesión de la Tierra podría (en parte o totalmente) no serlo, sino ser el movimiento del baricentro del Sistema Solar.

    Pero las implicaciones son más interesantes. Tanto una (que se basa en órbitas de TNOs) como la otra (en lo mismo y algunos detalles más), más que apelar a escenarios dantescos donde estos bichos, con órbitas de altísima excentricidad, se dedican a mandar lluvias de fuego y destrucción en cada paso por el afelio cual peli de Jólibuz (que a su vez, se basa en descripciones bíblicas de la ira de Dios, sería interesante darle un poco de cancha a las maldiciones divinas africanas, por ejemplo, no tienen mucho fuego y destrucción porque suelen ser pueblos de infraestructuras, las justas, no les dio por ahí al invertir los excedentes de producción), resulta que estarían en órbitas de excentricidad baja o como poco razonable. Y esto implica todo lo contrario, que estabilizarían el Sistema Solar, haciendo que precisamente este tipo de catatróficos eventos con periodicidad zodiacal sean eso… mitos.

    No me dirán que la idea no es chachi.

  2. Teaius:

    ¿Entonces Dr. Thriller, me quiere decir que no hay ningún Hercólubus/Hercóbulus/Planeta X/Nibiru arrasador en camino?

    Es que llevo como varias décadas esperándo su inminente llegada… ¿me puedo ir ya a casa entonces?.

  3. NeoFronteras:

    Varias revistas científicas se niegan a aceptar artículos en los que se recurra a la ley de Titius-Bode y esta no es tomada en serio por la comunidad astronómica.
    También se ha visto que otros sistemas planetarios no se parecen al nuestro y, por tanto, no obedecen esa ley.
    Aunque recientemente un grupo de astrónomos recurrió en un estudio que ya está publicado a esa ley para inferir estadísticamente la abundancia de exoplanetas.
    Y, efectivamente, sí que se han encontrado sistemas planetarios con órbitas resonantes, es decir, que los periodos de unas son múltiplos de otras, como en este caso: http://neofronteras.com/?p=4606

  4. Joseba:

    «si este encuentro perturbó algún objeto de la nube y viene hacia nosotros en forma de cometa, no llegará hasta nuestro vecindario terrestre hasta dentro de unos cuantos cientos de miles de años.»
    No entiendo cómo un objeto puede tardar tanto desde la nube de Oort hasta aquí, máxime si a esos cientos de miles de años hay que sumarle los 70.000 años desde que ocurrió la perturbación.

  5. tomás:

    Estimado Joseba:
    Es que la nube de Oort está muy lejos. Se cree que su parte exterior -que es a la que se refire el artículo- se encuentra a más de 50.000 ua del Sol, es decir, a unos 8 billones de km (pero la interior y más cercana queda a casi 1 billón de km).
    Habrá que hacer alguna suposición, porque la velocidad de aproximación al Sol en una órbita tan excéntrica como la de un cometa, ha de ser muy pequeña en el afelio en relación con la velocidad en el perihelio. Sabemos que las velocidades, en la zona de los planetas, son de unas decenas de km/s. Pero en su larguísimo recorrido han tenido que ser mucho menores; sobre todo al principio, casi nulas. Junto al Sol mucho mayores. Supongamos una media de entre 0,1 y 1 km/s. Tomemos 1 km/s que es mucho atrevernos a suponer, pero algo hemos de hacer. Sea que salen de la parte más alejada, que es donde más infuida está la materia de la nube si es afectada por una estrella que la desestabiliza. Dividiendo (8 x 10^12 km)/(1 km/s) = 8 x 10^12 s = 253.678 años. Bien, según este cálculo tan elemental, estamos acercándonos a los 254 miles de años.
    Espero haberte sido útil. Saludos.

  6. Joseba:

    Estimado Tomás:
    Muchas gracias por tus explicaciones. Sabía que los cometas originados en la nube de Oort tenían un periodo muy largo, pero no imaginaba que tanto. Tampoco había tenido en cuenta la velocidad inicial «casi nula».
    Un saludo.

  7. tomás:

    Apreciado Joseba:
    Sólo por recalcar, como la nube de Oort es tan desconocida, sólo podemos hacer suposiciones y algunas de ellas, precisamente se deben a los cometas. Las velocidades tangenciales en el seno de la nube, que yo sepa, son desconocidas, aunque han de ser muy bajas, dado que, cuanto más lejos está un objeto del Sol, menor velocidad tangencial precisa, lo que se deduce fácilmente de las leyes de Kepler. Y, en principio, la velocidad de aproximación al Sol, sería nula. Una vez desestabilizado un cuerpo de la nube es cuando comienza velocidad de aproximación o de alejamiento -lo que también puede ser, acabando, incluso, siendo expulsado del sistema solar o, simplemente, modificando su posición en la nube-. Mi suposición de entre 0,1 y 1 k/s se refiere a la media de la aproximación, desde la casi nula al comienzo a las decenas de km/s en la zona entre los planetas y los que se estrellan contra el Sol que, en el momento del choque, deben alcanzar -creo- cientos de km/s.
    Supongo que ya lo sabrías, pero me he querido asegurar de a qué me refería con esos o,1 y 1 km/s, que es una velocidad media de apriximación al Sol.
    También quiero decirte que hay, entre los comentaristas, expertos mucho más enterados que yo, pero deben estar ocupados con sus estrellas. Un saludo para ellos y que me perdonen si yerro en algo.
    Mis excusas si no precisabas de esta información.

  8. Joseba:

    Estimado Tomás:
    De nuevo muchas gracias por tus explicaciones.
    Le sigo dando vueltas a lo de la velocidad inicial casi nula. Es un escenario que me cuadra para para la formación «habitual» de los cometas de largo período, originados por las interacciones de los objetos entre sí, pero no para el paso de la estrella. Creo que en este caso las perturbaciones gravitatorias deberían lanzar algunos objetos hacia el sol (y en cualquier otra dirección) a distintas velocidades, algunas veces elevadas, por lo que algunos de ellos ya podrían haber llegado hasta aquí.
    No he hecho ningún cálculo, no sabría hacerlo, así que si he dicho una burrada mis disculpas a todos.
    Un saludo.

  9. tomás:

    Pues nada, estimado Joseba, continuemos haciendo suposiciones razonables. Si una estrella se acerca a la nube de Oort, o incluso si la roza, evidentemente, el hecho tiene sus consecuencias. Pero la primera de ellas es que numerosos objetos serán precisamente atraídos hacia la estrella. Es decir en dirección contraria al Sol. Esto sucederá con más intensidad en el lado cercano de la nube; como si fuese una marea. Pero piensa lo que sucede en las mareas terrestres. Ha de ser similar, por lo que, en el lado diametralmente opuesto, sucederá prácticamente lo mismo; es decir que los objetos de ese lugar, en general, también se alejarán del Sol. A la nube le saldrá una especie de bulto que apuntará hacia la estrella; y lo mismo en el lado opuesto: otro bulto que también alejará los cometas y asteroides -si los hay; supongo que sí- de nuestro Sol y de la estrella misma.
    Nos quedan las partes intermedias. En ellas, habrá de darse una depresión mucho menos intensa dado que su volumen es muchísimo mayor, aunque toda esa gran región disminuirá muy ligeramente su diámetro. Pero pensemos en las aguas de la Tierra, que es lo más aparente. Las mareas, que yo sepa, no crean corrientes verticales -salvo las que se den en las costas por el efecto del choque de las aguas contra las tierras, aunque pienso que serán de escaso recorrido en comparación con la profundidad media de los mares que creo está por los 3500 o 4000 m-. O sea que, si por ejemplo, hay dos medusas a cierta profundidad, no variará mucho -por no decir nada- la distancia entre ellas. Subirán volverán a bajar, o viceversa, como un conjunto. Entonces eso quiere decir que la perturbación en la nube no armará un caos tremendo. Algo agitará las cosas, pero no tanto coma para acelerar hacia el Sol ni mucho ni muchos objetos. En todo caso hacia la estrella viajera en la zona de la nube más próxima.
    Esa es mi indocumentada opinión.
    Un afectuoso saludo.

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