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Sobre el origen metabólico del hierro

Área: Geología — domingo, 28 de junio de 2015

La mitad del hierro que usamos pasó por el metabolismo de bacterias arcaicas de hace miles de millones de años.

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Este planeta es el mejor de los mundos posibles para sus habitantes, incluidos los humanos. Hemos evolucionado para adaptarnos a él y ningún otro puede mejorarlo, aunque para los hipotéticos seres que habiten un exoplaneta lejano sea precisamente al revés.
La Tierra no es que haya condicionado la vida sobre ella, sino que también la vida ha cambiado completamente este planeta. La química de Marte es completamente distinta a la de la Tierra, precisamente porque no hay vida sobre él y, posiblemente, nunca la haya habido, pese a los deseos de algunos.
El último ejemplo que tenemos sobre que la vida ha cambiando por completo la química de la Tierra lo tenemos en los depósitos de mineral de hierro.
La mitad del hierro de la chapa de nuestro automóvil, del tornillo que sujeta una pieza de cualquier maquinaria o de la espada samurai que cortó a algún humano en dos pasó alguna vez por el metabolismo de bacterias arcaicas. Al menos según un estudio reciente.
Clark Johnson (University of Wisconsin-Madison) y Weiqiang Li estuvieron estudiando muestras de mineral de hierro procedente de las formaciones de hierro bandeado de distintas partes del mundo. Estas formaciones son la fuente de casi todo el hierro que se usa en la industria.
En el oeste de Australia estas rocas forman depósitos gigantescos. Aunque este tipo de formaciones se encuentran en muchas zonas del mundo, aquí son inmensas, teniendo 150 metros de grosor.
Hasta ahora se creía que este hierro entró en los océanos hace miles de millones de años en forma de agua caliente rica en esta sustancia y otros minerales. Al poco este mineral precipitaría para formar estos depósitos.
Ahora Johnson y Li sostienen que al menos la mitad de este hierro que entraba en los océanos fue metabolizado por bacterias que vivían a lo largo de la plataforma continental.
Se cree que la estructura a bandas que se puede apreciar en estas formaciones se debe algún tipo de variación temporal. En este trabajo se expone que las variaciones no serían menores de décadas o siglos.

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Para este estudio se hizo un análisis de los isótopos de hierro y neodimio contenido en este tipo de rocas mediante vaporización láser de las muestras y un espectrómetro de masas. Las muestras procedían de yacimientos con más de 2500 millones de años de antigüedad. Necesitaron tres años para perfeccionar la técnica.
Aunque el hierro era lo que verdaderamente querían investigar, usaron el neodimio como sistema de calibración, al proporcionar este una medida independiente.
En aquellos tiempos había poco oxígeno libre en la atmósfera, así que algunos organismos obtenían su energía a través de la metabolización de hierro en lugar del oxígeno. Es decir, estos organismos respiraban hierro. Este proceso se originaría en las raíces del árbol de la vida hace muchos miles de millones de años.
El estudio clarifica la evolución de nuestro planeta durante la era rica en hierro, hace 2500 millones de años. El hierro es ahora importante para la vida, pero, precisamente esto puede que venga de esa época del metabolismo del hierro, dada su importancia entonces.
Si se es un geólogo lo lógico es que se quiera saber el origen de las rocas y estas rocas de las formaciones de hierro tendrían su origen en la propia vida terrestre, al menos en parte. Esto ya es interesante per se.
Pero este trabajo tiene implicaciones no sólo en Paleontología y Geología, sino que también la tiene en la búsqueda de vida en el espacio exterior. La NASA apoya la búsqueda de vida fuera de la Tierra a través de su Instituto de Astrobiología. Uno de los aspectos es saber reconocer la presencia de formas de vida no habituales. Así por ejemplo, puede que la presencia de oxígeno libre en la atmósfera actual sea un buen bioindicador para una civilización extraterrestre de que hay vida en la Tierra, pero ese oxígeno no estaba ahí hace miles de millones de años, cuando se daba el metabolismo del hierro, pero sí había ya vida en nuestro planeta.
Por tanto, la próxima vez que tengamos una pieza de hierro en nuestras manos merecerá la pena pensar en que la mitad pasó por un microbios de hace mucho tiempo.

Copyleft: atribuir con enlace a http://neofronteras.com/?p=4709

Fuentes y referencias:
Artículo original
Fotos: Clark Johnson.

Salvo que se exprese lo contrario esta obra está bajo una licencia Creative Commons.
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5 Comentarios

  1. tomás:

    Admirado Neo:
    Sé que ha de ser consecuencia del poquísimo tiempo que tienes y no sabes cómo valoro que hayas respondido a mi 1 del artículo sobre Ceres -no quise dirigirme a ti precisamente por si alguien podía ayudarme sin requerir tu tiempo-. Quería decirte que, seguramente por eso, en el resumen del este artículo parece sobrar la palabra «formaría».
    Recibe todo mi reconocimiento a tu labor y excusa mi puntillosidad.

  2. NeoFronteras:

    Gracias por señalarlo. Ya está arreglado.

  3. lluís:

    – Bacterias respirando hierro.La vida se agarra a todo y esto es lo que deja claro que se puede pensar en tipos de vida muy distintos en exoplanetas lejanos. Creo que merece la pena ir buscando vida por ahí, inteligente no sé, pero apostaría que hay muchas cosas raras y vivas por allá afuera.
    – Por cierto me he partido de risa, ¡cuanta sutilidad la del amigo Neo! » Este planeta es el mejor de los mundos posibles para sus habitantes, incluidos los humanos» es como decir, » qué se le va a hacer, hay también humanos en este planeta».

  4. tomás:

    Pues sí, «lluís» amigo, la puntualización tiene su ironía. Además de que, cualquier planeta o satélite, será el mejor mundo posible para su población; no, con absoluta seguridad, para los humanos.

  5. NeoFronteras:

    Las personas inteligentes suelen captar bien la ironía.

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