Posibles fármacos contra el covid
Unos extractos vegetales son eficientes a la hora de impedir la infección por covid en cultivos de células humanas en laboratorio.
El ser humano está destruyendo el medio ambiente en el que vive. El desastre ecológico es de tal magnitud que ya se puede considerar que estamos inmersos en la sexta gran extinción masiva. Lo de menos es ya el Cambio Climático. Todavía no nos hemos dado cuenta de que la biodiversidad es la comida que comemos, el agua que bebemos o el aire que respiramos.
La biodiversidad también significa cierta garantía de posibles medicinas que pueden curar nuestras enfermedades. Un caso claro es el taxol que se usa en la quimioterapia contra el cáncer, que se aisló la primera vez a partir del tejo. Antes ya teníamos los casos de la aspirina (obtenida del sauce) o de la Penicilina (a partir de un hongo). En estas mismas páginas ya vimos en el pasado algún otro ejemplo. Ahora se publica un posible resultado sobre unas sustancias que impiden la infección de células por parte del virus del covid.
En concreto, según un estudio de la Universidad de Emory, dos plantas silvestres comunes contienen extractos que inhiben la capacidad del virus que causa el covid para infectar células vivas. Sería la primera evaluación importante de extractos botánicos para buscar soluciones contra este virus.
En pruebas de placas de laboratorio, los extractos de las flores de la vara de oro alta (Solidago altissima) y de los rizomas del helecho águila (Pteridium aquilinum) bloquearon la entrada del virus SARS-CoV-2 en las células humanas.
Los compuestos activos solo están presentes en cantidades minúsculas en las plantas. Sería ineficaz y potencialmente peligroso que las personas intentaran tratarse con ellos, subrayan los investigadores. De hecho, advierten que el helecho águila es tóxico.
«Estamos todavía en etapas tempranas del proceso, pero estamos trabajando para identificar, aislar y amplificar las moléculas de los extractos que mostraron actividad contra el virus. Una vez que hayamos aislado los ingredientes activos, planeamos probar más su seguridad y su potencial a largo plazo como medicamentos contra COVID-19», dice Cassandra Quave (Escuela de Medicina de Emory).
Quave es una etnobotánica que estudia cómo tradicionalmente se han usado las plantas como medicina para así identificar nuevos candidatos prometedores a medicamentos nuevos. Su laboratorio conserva la Biblioteca de productos naturales de Quave, que contiene miles de productos naturales botánicos y fúngicos extraídos de plantas recolectadas en sitios de todo el mundo.
En investigaciones anteriores para identificar moléculas potenciales para el tratamiento de infecciones bacterianas resistentes a los medicamentos, el laboratorio de Quave se centró en las plantas que se habían usado en medicina tradicional para tratar la inflamación de la piel.
Dado que el covid es una enfermedad de aparición reciente, los investigadores adoptaron un enfoque más amplio. Idearon un método para probar rápidamente más de 1800 extractos y 18 compuestos de la biblioteca de productos naturales de Quave para determinar su actividad contra el virus SARS-CoV-2.
«Hemos demostrado que nuestra biblioteca de productos naturales es una herramienta poderosa para ayudar a buscar terapias potenciales para una enfermedad emergente. Otros investigadores pueden adaptar nuestro método de detección para buscar otros compuestos novedosos dentro de las plantas y los hongos que puedan conducir a nuevos medicamentos para tratar una variedad de patógenos», dice Caitlin Risener (Escuela de Medicina de Emory), primera autora del artículo.
El SARS-CoV-2 es un virus de ARN con proteínas de espiga que pueden unirse a una proteína llamada ACE2 que se halla en la membrana de las células huésped. La proteína viral ACE2, que funciona como una llave que entra en una cerradura, es lo que permite al virus invadir la célula e infectarla.
Los investigadores idearon experimentos con partículas similares a virus, o VLP, de SARS-CoV-2 y células programadas para sobreexpresar ACE2 en su superficie. Las VLP fueron despojadas de la información genética necesaria para causar una infección por covid. En cambio, si una VLP lograba unirse a una proteína ACE2 y entrar en una célula, estaba programada para secuestrar la maquinaria de la célula para activar una proteína verde fluorescente, lo que permitía comprobar fácilmente la infección.
Se añadió un extracto vegetal a las células en una placa de Petri antes de introducir las partículas virales. Al hacer brillar una luz fluorescente en la placa, pudieron determinar rápidamente si las partículas virales habían logrado infectar las células y activar la proteína fluorescente.
Los investigadores identificaron varios casos exitosos de extractos que protegían contra la entrada viral y luego se centraron en los que mostraban la actividad más fuerte: la vara de oro alta y el helecho águila. Ambas especies de plantas son originarias de América del Norte y los nativos americanos las conocen por sus usos en medicina tradicional.
Experimentos adicionales mostraron que el poder protector de los extractos de de estas plantas funcionó en cuatro variantes de SARS-CoV-2: alfa, theta, delta y gamma.
Para probar más estos resultados, el laboratorio de Quave colaboró con el coautor Raymond Schinazi (Emory). Schinazi es líder mundial en el desarrollo de antivirales y es conocido por su trabajo pionero en medicamentos revolucionarios contra el VIH.
La calificación de bioseguridad más alta del laboratorio de Schinazi permitió a los investigadores probar los dos extractos de plantas en experimentos con virus SARS-CoV-2 infecciosos en lugar de con VLP. Los resultados confirmaron la capacidad de los extractos de estas plantas para inhibir la capacidad del SARS-CoV-2 de unirse a una célula viva e infectarla.
«Nuestros resultados sientan las bases para el uso futuro de bibliotecas de productos naturales para encontrar nuevas herramientas o terapias contra enfermedades infecciosas», dice Quave.
Como siguiente paso, los investigadores están trabajando para determinar el mecanismo exacto que permite que los dos extractos de plantas bloqueen la unión a las proteínas ACE2.
Para Risener, una de las mejores partes del proyecto es que ella misma recolectó muestras de vara de oro alta y helecho águila. Además de recolectar plantas medicinales de todo el mundo, el laboratorio de Quave también realiza excursiones a los bosques del Centro de Investigación Joseph W. Jones en Georgia del Sur. La Fundación Woodruff estableció el centro para ayudar a conservar uno de los últimos remanentes del ecosistema único de pino de hoja larga, que una vez dominó el sureste de los Estados Unidos.
«Es increíble adentrarse en la Naturaleza para identificar y desenterrar plantas. Esto es algo que pocos estudiantes de posgrado en farmacología pueden hacer. Estaré cubierta de tierra de la cabeza a los pies, arrodillada en el suelo y radiante de emoción y felicidad», dice Risener.
También asiste en la preparación de los extractos de plantas y el montaje de los especímenes para el herbario de Emory.
«Cuando recolectas un espécimen tú misma, y secas y conservas las muestras, obtienes una conexión personal. Es diferente a alguien que simplemente te entrega un vial de material vegetal en un laboratorio y te dice: ‘Analiza esto'», añade.
«Las plantas tienen tal complejidad química que los humanos probablemente no podrían imaginar todos los compuestos botánicos que esperan ser descubiertos. El vasto potencial medicinal de las plantas destaca la importancia de preservar los ecosistemas», afirma Risener.
Copyleft: atribuir con enlace a https://neofronteras.com
Fuentes y referencias:
Artículo original.
Foto de Solidago altissima: Tharanga Samarakoon
15 Comentarios
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viernes 17 febrero, 2023 @ 2:11 pm
Tanto como que el cambio climático sea ya lo de menos quizá es pasarse, pero ciertamente estamos en una situación de extrema gravedad. Nuestro compañero de comentarios Eduardo, me envió una entrevista a un científico de gran categoría, D. Antonio Turiel en la que expone cuan gravísima es esta manía por el crecimiento cuando, además, estamos llegando al agotamiento de recursos imprescindibles. Ni siquiera aprovechando al límite las energías renovables podremos alcanzar la capacidad que nos han entregado los recursos fósiles. Y no solo eso; también se están agotando elementos y minerales imprescindibles para las nuevas tecnologías. Compara nuestra situación con la de una persona que se agarra a una gran pepita de oro, de varios kg, que cae al agua, pero no la suelta a pesar de que se hunde sin remedio con ella; la pepita es el crecimiento. Pero qué político se atreve a intentar convencer de que el único remedio es el decrecimiento, que hemos de tomar conciencia de que no podemos crecer indefinidamente y menos cuando ya hemos sobrepasado varios de los límites que nos llevan, seguramente, a la extinción. Sin embargo, al final confía en que encontraremos una solución. Yo no. Y mientras tanto la población aumenta inexorablemente, la biodiversidad se aminora cada vez más, los mares cada vez más inhóspitos, los vertederos atiborrados, el aire más contaminado…
Para qué seguir.
viernes 17 febrero, 2023 @ 2:55 pm
Ya lo dices tu amigo Tomas, casi todo. Las consecuencias del paradigma de crecimiento de consumo ilimitado como FIN, son catastróficas a corto plazo. Y ya se están manifestando actualmente. Lo podemos ver en las revueltas, migraciones, guerras economicas y bélicas.
Los gobiernos (aunque hubiese alguno competente) nada pueden hacer, hasta que el nivel de conocimiento y consecuente concientización de la población, (por educación) alcance la masa crítica adecuada. Y ese camino se me antoja que es demasiado largo para obtener resultados con la urgencia necesaria.
El otro camino (mas probable) es concientizarse por las MALAS. Con esto quiero decir que, entraremos en un periodo de convulsión social, lo suficientemente agresivo como para eliminar sino toda, buena parte de la sociedad.
Aunque la ciencia, con su avance exponencial, consiga descubrir e implementar nuevos recursos. Nunca estaríamos satisfechos, por lo que continuaríamos en el mismo problema actual. Entiendo que esta debe enfocar el objetivo de mudar artificialmente nuestras taras actuales.
sábado 18 febrero, 2023 @ 11:22 am
En efecto, querido Eduardo. Y, para acelerar el proceso, nos metemos en guerras sin sentido, además de armarnos hasta los dientes por si acaso. ¡Que profunda es la estupidez humana!
Pensé que me libraría de ese destino muriéndome antes, pero, al paso que llevamos, no estoy seguro. ¡Lástima de nuestros hijos y nietos!
domingo 19 febrero, 2023 @ 1:15 pm
El barómetro de riesgo de guerra nuclear va volver a elevarse esta primavera: ya se ha elevado con las recientes declaraciones de Macron, mientras Borrell ha pronosticado que la guerra de Ucrania-Rusia podría resolverse a finales de primavera o principios de verano. Se comenta que Ucrania va a pasar al ataque y además «a campo abierto», abriéndose paso con los vehículos antiminas para que entren los nuevos tanques y apuesto a que les van a dar los F16 y las bombas de racimo. Al estilo «guerra relámpago» de Hitler. Va a ser horrible.
Mientras Europa sigue muy firme en su apoyo Ucrania, no podemos decir lo mismo de África, América y Asia.
lunes 20 febrero, 2023 @ 12:17 am
Y en cuanto a calentamiento global, nuevo record de mínimos en la banquisa de la Antártida:
https://www.bbc.com/news/science-environment-64649596
El nuevo milenio está trayendo poco de positivo.
miércoles 22 febrero, 2023 @ 8:48 am
No creo que Borrell esté en lo cierto. Más bien pronostico una guerra de mucho tiempo, para desgracia de ambos bandos. Así, las naciones se armarán hasta los dientes, la investigación derivará, sobre todo, hacia lo militar, civiles y militares morirán sin razón, las poblaciones sufrirán irremediablemente. ¡Vaya panorama!
miércoles 1 marzo, 2023 @ 12:46 am
Ya está ocurriendo lo que comentas, querido Tomás. Lo que no es nuevo es que Rusia envíe a sus tropas a misiones suicidas del mismo modo que hicieron contra Hitler: ahora están enviando a exconvictos de las cárceles rusas enrolados en el escuadrón Wagner obligándoles a atacar con muchos riesgos, y se estima que mueren unos 1.000 cada día. Pero los dirigentes rusos dicen que como tienen 150 millones de habitantes, se pueden permitir perder a 1 millón de soldados.
miércoles 1 marzo, 2023 @ 9:41 am
En efecto, mi buen amigo. Macron estará en lo cierto: se acabó la buena vida. Lo peor es que para muchísimos eso de «buena vida» no ha existido nunca.
Creo que el camino hacia la formación de -al menos- dos bloques, (salvo que Ucrania acepte pérdida de territorio), pronto será un hecho. Chichín-Pin y Putín como principales, a un lado y los Usados, con nosotros, los Eurones, al otro; en medio, una Ucrania que, como mínimo, será otra Siria y si la cosa se encarniza, otra Corea, ya veremos, que, como sabéis, decía el ciego.
Y yo, aquí, haciendo de adivino catastrófico. Chao.
martes 7 marzo, 2023 @ 9:52 am
Anoche pude ver en «El intermedio» a un niño prodigio, Francisco Vera, de unos doce años -calculo- ecologista total, de verbo culto y enterado autor de un libro sobre el tema -creo que dijeron-. ¡Qué maravilla tener chavales así! -también Greta- mientras contemplamos adultos y otros jóvenes que no han sido educados en la preocupación por la Tierra, o que se han desviado hacia las drogas, lo cual parece ser muy general. Informó de que se ha dado en la ONU -me parece haber entendido- una decisión por la que se protegerá un 30 % de los océanos de una manera especial. Ahora hay que esperar que se pronuncien y sumen cuantos más países, mejor. Espero perdonéis mis inseguridades. Se dan porque veo la tele como de refilón, mientras hago otras cosas.
Saludos.
viernes 10 marzo, 2023 @ 1:59 am
Te agradezco que le hagas publicidad, Maese Tomás, publicidad que no debería hacerle mucha falta si fuésemos tan racionales como presumimos…Pero ya sabes que lo que más visitas tiene en las redes sociales son contenidos de otro tipo:
– Vídeos de gente cayéndose o haciendo el ridículo.
– Fotos de gatitos y perros «very cute».
– Fotos que consisten en agrandar 2 o 3 letras de la etiqueta de una botella de champú u otro envase.
Luego nos tachan de pesimistas porque cuestionarnos nuestro papel de «elegidos» y asumir lo que nos dicen los expertos (que somos una plaga), no mola. Pero si pones en el buscador «Sagan», sale un ciclista en lugar del astrónomo-humanista-poeta y divulgador. Si pones «Tyson», sale el boxeador.
Un abrazo y un aplauso de apoyo para una gran causa.
sábado 11 marzo, 2023 @ 9:32 pm
Bueno, lo más visitado en Internet por países se puede saber. En casi todos es Wikipedia. En España cosas sobre el fútbol:
https://estaticos-cdn.prensaiberica.es/clip/5000c14c-bda2-432c-8599-d9c840821abf_media-libre-aspect-ratio_default_0.jpg
martes 14 marzo, 2023 @ 2:19 am
Pues vergüencilla y punto a favor de nuestros vecinos portugueses que tampoco tienen otra mala costumbre nuestra: hablar alto.
Abrazos, muy querido Neo.
martes 14 marzo, 2023 @ 11:55 am
Pues sí, lo de hablar alto y que no nos importe el ruido es algo que algunos llevamos muy mal. ¿Cómo se va a fomentar el transporte público si está lleno de gente que emiten «música» o ven la última mierda de vídeo a todo volumen? Y así con todo: pisos turísticos, «casas rurales», fiestas populares, helicópteros militares de maniobras, helicópteros de tráfico, sopladoras de hojas, desbrozadoras, ciclomotores y coches con el escape modificado, autos eléctricos a los que se ha añadido ruido, moteros, perros ladradores…
No hay respeto por la tranquilidad ajena en general. Ni las autoridades hacen nada al respecto.
jueves 16 marzo, 2023 @ 11:19 am
Yo debo entonar el mea culpa, porque me resulta muy difícil hablar bajo. A ello contribuyen mi procedencia de la autonosuya aragonesa, donde se habla muy alto, y que ando un tanto teniente según mis hijos, que algo de razón deben tener, pues lo que noto es que en muchas pelis, cuando el director añade el ruido del ambiente e incluso música apropiada para subrayar la acción, lo paso fatal para enterarme.
Hasta hace unos meses no tenía problemas porque mi piso estaba aislado: un laboratorio farmacéutico -casi siempre vacío- abajo, nadie arriba, nadie a la derecha y nadie a la izquierda salvo en breves periodos vacacionales. Pero ahora han comprado el de arriba y, para postre, ha sido un bombero que trabaja a turnos, así que he de extremar las precauciones, con cascos para ver la tele y estoy considerando forrar el techo de las dos habitaciones que pueden afectarle no sé si de corcho o de placas de espuma decorativas, lo que ya hice en mi anterior vivienda, aunque, en ella, el propósito era térmico. Pienso que con ello pudiera bastar, pero no me puedo fiar, porque ya sabemos que el sonido se transmite con alevosía por vigas, columnas y paredes. Iré preguntándole.
Un problema, hasta que logre solucionarlo.
jueves 16 marzo, 2023 @ 6:55 pm
En el 11 de Neo con su recomendación, el mapa nos muestra un balón de futbol que abarca toda la península. Pero quizá esta hecho antes de que estallara la corrupción arbitro-culé.
Este parece ser el país de las chapuzas, o nuestros dirigentes son retrasados mentales, putiferoces -salvo si es para tener buenos sueldos, dietas y jubilaciones-, o sus asesores son tan tardos como ellos: trenes que no caben por los túneles, submarinos que se nos hunden, leyes que nos aseguran que violadores no saldrán y resulta que salen de estampida, ayudas a familias numerosas que les tocan a afortunados políticos con magníficos sueldos, etc. Pa mear y no echar gota, como uno con hiperplasia.