NeoFronteras

Otro resultado sobre el periodo de bola de nieve

Área: Geología — martes, 11 de abril de 2023

Un discutido estudio niega que el episodio de bola de nieve de hace más de 600 millones de añor cubriera de hielo el planeta al completo.

Foto

En NeoFronteras hemos cubierto algunos estudios sobre el evento de bola de nieve que, supuestamente, cubrió la Tierra de hielo hace 600 millones de años. Fenómeno que incluso se ha puesto como disparador de la abundancia de oxígeno atmosférico y, por tanto, de la vida compleja que apareció tras esa época.

A lo largo de todo el mundo hay pruebas geológicas que indican que los glaciares se extendían por todo el mundo y este fenómeno sería muy difícil de parar debido a la retroalimentación de un albedo cada vez más alto debido a la blancura del hielo, que haría que el planeta se enfriara más y más al reflejar más luz.

Se supone que en ese período inhóspito el planeta Tierra estaba congelado de polo a polo, cubierto por capas de hielo de medio kilómetro de espesor que oscurecían las aguas de los océanos. Pero sin luz no hay fotosíntesis, por lo que no debían de haber vida que soportara esas condiciones. Cómo la vida marina sobrevivió a este fenómeno ha sido un misterio durante mucho tiempo.

Anteriormente se había puesto en entredicho que esta glaciación fuera tan total y se había propuesto que habría regiones que estarían libres de hielo en donde la vida pudiera sobrevivir.

Ahora, un nuevo estudio refuerza la idea esta idea. Las pruebas geoquímicas de rocas antiguas sugieren que las zonas de océano abierto pueden haber estado al norte del Trópico de Cáncer, una región que anteriormente se consideraba demasiado fría para permitir la vida durante este período. Según dice Shuhai Xiao (Instituto Politécnico de Virginia), hubo una zona habitable que quizás fuera más ancha de lo que se pensaba anteriormente.

El problema es que las simulaciones climáticas tienen dificultades para crear incluso un ecuador sin hielo durante los períodos de la Tierra de la bola de nieve. La posibilidad de que hubiera un océano abierto libre de hielos fuera de los trópicos es difícil de digerir por parte de los expertos del campo.

Los modelos climáticos desde la década de 1960 ya mostraron cómo podría ser el fenómeno. Cuando las temperaturas caen, los casquetes de hielo de la Tierra se expanden, reflejando la luz solar y creando un mayor enfriamiento. Si el hielo logra llegar a aproximadamente 30° a 40° de latitud, el clima global entra en un ciclo de congelación imparable y los glaciares terminan cubriendo todo el planeta en unos pocos cientos de años.

El registro geológico indica que la Tierra ha experimentado al menos dos de estos períodos. El más reciente entre 654 millones y 635 millones de años. La vida de aquel entonces se limitaba a los océanos y a seres unicelulares, pero el registro fósil muestra que había eucariotas microscópicos como las algas viviendo antes y después del episodio. Pero estos organismos necesitan de la luz solar y aguas abiertas, por lo que debía de haber algún tipo de refugio en donde estas algas pudieran sobrevivir.

Para estudiar las condiciones durante este período, este grupo de investigadores examinó una delgada capa de esquisto oscuro que se encuentra en el bosque nacional de Shennnnongjia en el sur de China que data de esa época. Los investigadores creen que el esquisto se originó en el lodo oceánico rico en minerales que se estableció en las latitudes medias, tal vez entre 30° y 40° al norte.

Xiao y sus colaboradores descubrieron que el esquisto no solo estaba lleno de varios fósiles de algas, sino que también había compuestos de nitrógeno. Como estos compuestos de nitrógeno se encontraron a niveles similares a los de los océanos modernos, se sugiere la presencia de aguas con oxígeno donde el nitrógeno y el oxígeno pudieron interactuar libremente.

Los resultados indican que el área de donde provenía el esquisto podría haber estado libre de hielo y ser, por tanto, el refugio de los organismos fotosintéticos. Si esto es cierto, según Xiao, se requeriría que los modeladores climáticos modifiquen sus simulaciones y encuentren formas de mantener un océano abierto durante un largo período de tiempo.

Una posibilidad que se ha propuesto para mantener la vida y la bola de nieve completa es que los refugios no fueran en océano abierto, sino que estuviera constituidos por pequeñas y poco profundas charcas de agua dulce sobre los glaciares. Incluso parece haber alguna prueba que indica que las algas modernas descienden de especies de agua dulce y que tuvieron que volver a evolucionar para volver al océano.

Copyleft: atribuir con enlace a https://neofronteras.com

Fuentes y referencias:
Artículo original.
Imagen: Huyue Song y colaboradores/Nature Communications

Salvo que se exprese lo contrario esta obra está bajo una licencia Creative Commons.
Compartir »

2 Comentarios

  1. tomás:

    Veo bastante discutibles algunas afirmaciones del artículo. Una de ellas es la necesidad de charcas poco profundas para mantener vida. Por ejemplo el lago Vostok, de agua dulce bajo 4 km de hielo, contiene varios miles de especies de especies de microorganismos. Claro que este lago es muy especial, tanto por su posible historia como por su estado actual, sometido a altísima presión y, posiblemente, a una temperatura mayor por lo más estrecho de la corteza bajo él, parece ser que evidenciada por anomalía magnética y gravitatoria.
    Pero el caso es que su existencia y que haya vida en él no hace imprescindibles las charcas de agua dulce de poca profundidad. Además, si se pretende que esas charcas hayan existido durante la formación, parece imposible. Otra cosa es si pudieran darse en el deshielo. Durante la congelación diría que son imposibles; no tiene lógica, salvo que no hubiese una cobertura total y se encontrasen en los límites próximos al ecuador, pero en ese caso no son necesarias para mantener esa vida microscópica inicial. Bueno, a ver si alguien sabe más y nos lo expone.
    Abrazos.

  2. Miguel Ángel:

    A mi también me parece poco consistente: quizá no fuese en charcas comunes y sobrevivieron en manantiales de agua caliente como los que hay ahora mismo en Islandia o la isla Decepción en la Antártida.

RSS feed for comments on this post.

Lo sentimos, esta noticia está ya cerrada a comentarios.