Cooperación y fuerzas históricas
Según un estudio las fuerzas históricas y sociales explican la presencia de cooperación en las sociedades populosas.
Los investigadores han estado intrigados durante mucho tiempo por la presencia de actos voluntarios de cooperación, respeto, beneficio mutuo, amabilidad, etc., incluso cuando hay coste para el individuo que realiza ese acto.
Aunque las fuerzas evolutivas pueden explicar la aparición de este tipo de actos en sociedades pequeñas, así como su presencia en grupos de primates, no lo pueden hacer para grandes sociedades de grupos no emparentados, tales como aquellas en las que vivimos los humanos en la actualidad.
Un estudio realizado por varios expertos, y publicado el pasado 18 de Marzo en Science, sugiere que la naturaleza cooperativa de cada sociedad es al menos parcialmente dependiente de fuerzas históricas, como las creencias religiosas y el crecimiento de las transacciones del mercado.
El estudio encuentra además que el alcance en el uso del castigo por parte de la sociedad para forzar el cumplimiento de las normas aumenta o disminuye con el número de personas en dicha sociedad.
Richard McElreath, de la Universidad de California en Davis, sostiene que tanto las comunidades pequeñas como las grandes regulan la cooperación (defensa mutua, protección, etc.) de diversas maneras, porque diferentes mecanismos de vigilancia y aplicación de las normas funcionan mejor a diferentes escalas de la sociedad.
Según él, en una pequeña ciudad de Kansas, por ejemplo, se puede depender de la reputación y del hecho de que todo el mundo conoce a todo el mundo. Sin embargo, en una ciudad como Nueva York los residentes necesitan de algún mecanismo, como el castigo, que puede operar en ausencia de un sistema fiable basado en la reputación.
McElreath, junto a otros 14 investigadores de diferentes países y continentes, participó en el proyecto que ha estudiado este tipo de conceptos.
Este grupo de investigadores dice haber demostrado por qué las comunidades se coopera de diversas maneras, desde la defensa mutua a la protección. La gente participa en estos actos de beneficio mutuo aunque tengan un coste individual.
Gracias al uso de experimentos de comportamiento en 15 diferentes poblaciones, el estudio buscaba medir la influencia de tres mecanismos diferentes (castigo, integración del mercado y creencias religiosas) que pudieran mantener la cooperación dentro de las sociedades.
Definen integración en el mercado como el alcance de las reglas para comprar y vender bienes usadas por los individuos en transacciones anónimas.
Los investigadores encontraron que un castigo declarado, las creencias religiosas que puedan actuar como una forma de castigo psicológico y la integración en el mercado estaban correlacionadas con la equidad o justicia en los experimentos.
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Fuentes y referencias:
Nota de prensa de UC Davis.
Artículo original (resumen).
Zanahoría mejor que palos.
Sobre la aparición de la cooperación.
Cooperación y evolución.
Colonias extensas de mohos mucilaginosos.
¿Sentido de la injusticia en los perros?
Altruismo bacteriano.
Modelo matemático sobre el altruismo.
Cooperación, reputación, rumores y hechos.
Sobre las bases fisiológicas de las normas sociales.
El sentido de la justicia viene en parte determinado genéticamente.
Cooperación y castigo en modelo teórico.
Tenemos un impulso igualitario innato.
Confirman la región cerebral relacionada con el sentido de la justicia.
La amenaza de castigo crea la cooperación.
Chimpancés cooperativos y altruistas.
4 Comentarios
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martes 30 marzo, 2010 @ 9:45 am
En el ser humano, es esencial el impulso lúdico, jugar y descubrir. Cuando esta bloqueado, obstruido, o reprimido, aparece agresión y normativismo. Si las comunidades son tales, y no rigidos roles normados, el juego la fiesta y el arte popular propiciaran el contexto para la cooperación más facilemnte que si estos vinculos de amistad o simpatia ludica no han sido creados.
Para que esto sea permanente, se requieren monitores sociales, más que subvenionados por el gobierno o ONGs, trabajan por «amor al arte» y son lideres sin querer llamarse así, unen a las personas al organizar estos eventos, y regulan los excesos. A este enfoque, en parte, se refiere la expresion modelo sociocultural.
jueves 1 abril, 2010 @ 5:33 am
¿Qué queda de internet?
Evidentemente es un evento sociológico inmenso, he leído aportes de toda una vida de esfuerzo entregado gratuitamente…
es conmovedor saber: uno, que siempre hay alguien mejor que tú y dos porque ese que es mejor que tu se hace pequeño para ayudarte…
saludos.
sábado 3 abril, 2010 @ 1:36 pm
La cooperación y el altruismo no pueden ser dependientes o derivados de la religión o las transacciones porque todas (cooperación, altruismo, religión y transacciones) son expresiones de los mandatos fundamentales que otorgan éxito a la especie, es decir, de la misma forma que el deseo sexual es instintivo, como lo es tener hijos y cuidar de ellos porque de esa forma buscamos perpetuar la especie, el altruismo, la cooperación y la solidaridad responden a los mismos mandatos.
La capacidad del hombre de administrar, trasladar o negar estos impulsos es casi exclusividad del ser humano y eso es lo asombroso, de ser otro animal responderíamos a los impulsos sin miramientos.
Ante cualquier amenaza respondemos (generalmente y salvando excepciones) a ciertos patrones: cuidamos primero nuestra descendencia, luego a nosotros mismos y luego solidariamente.
Como el hombre es el único animal estudiado con pensamiento simbólico puede en algunos casos alterar el patrón y entregar su propia vida solidariamente, si esto ocurre, podemos decir que el mandato de la especie se impuso sobre el de la propia conservación.
Es sabido que si una abeja pica se muere, o sea que aun siendo un individuo no tiene individualidad que proteger, puesto que protege a la especie.
Si las abejas tuvieran pensamiento simbólico encontraríamos abejas eremitas y otras que se operarían el aguijón.
domingo 4 abril, 2010 @ 11:51 pm
Hay que ver las variables del estudio. Personalmente, en forma intuitiva, he encontrado que la cosmovisión (la construcción simbólica sobre la realidad) es la que determina preponderantemente las relaciones sociales y su dinámica; luego le siguen las relaciones económicas en prelación. El elemento principal de toda cosmovisión son las creencias trascendentales (aquéllas sobre una realidad ulterior a la propia existencia, es decir, las creencias trascendentales) Esto es comprobable históricamente: La economía egipcia del Imperio Antiguo se dinamizaba en torno a las pirámides y las creencias que les correspondían; actualmente nuestra economía se centra en la creencia del humanismo individualista (egocentrismo-hedonismo) deveniente del racionalismo. Arnold Toynbee escribió al respecto. Obviamente, ya no es viable mantener este tipo de creencias y esquema de pensamiento, no hay planeta que soporte tal esquema de pensamiento y modo de vida. Más en Vivencias desde la Periferia