NeoFronteras

Sobre la historia de la Vía Láctea

Área: Espacio — domingo, 3 de mayo de 2015

Averiguan cómo fue el proceso de asimilación de otras galaxias pequeñas por parte de la Vía Láctea.

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El cerebro del ser humano ha sido diseñado por la evolución para hallar sentido en el mundo, para encontrar patrones en lo que le rodea. La ignorancia nos molesta tanto que tenemos la necesidad de saber, de saciar nuestra curiosidad. Incluso cuando no podemos encontrar la verdad sobre algo inventamos mitos sobre ello.
Queremos, en definitiva, saber cómo llegamos hasta aquí y cómo funciona el Universo, estas son las motivaciones de la ciencia. Ahora, por primera vez en la historia de la humanidad, nuestra sociedad puede escribir descripciones acerca de cómo ha sido la evolución del Universo que pueden ser verdad y que están alejadas de los mitos religiosos.
Si se tienen telescopios lo suficientemente potentes hacer Cosmología es relativamente fácil porque casi toda la historia del Universo está escrita en el cielo. Basta mirar lo suficientemente lejos en el espacio para ver qué es lo que sucedió en épocas remotas. No es que veamos pistas o restos, lo vemos exactamente tal y como fue. Si una civilización ultra-avanzada que esté situada a un poco más de 65 millones de años luz tuviera la imposible tecnología de poder apuntar un telescopio a la Tierra y ver detalles sobre su superficie, entonces vería a los dinosaurios directamente., no sus fósiles.
Pero saber la historia de nuestra propia galaxia no es fácil. Primero no conocemos su forma exacta al estar dentro de ella y no poder mirar desde fuera y, segundo, la vemos tal y como es ahora (un “ahora” con una amplitud 100.000 años). Por esta razón, tenemos que valernos de pistas y trucos para poder reconstruir la historia de La Vía Láctea, una historia que también es la historia de nosotros mismos, de nuestro origen. Dejemos atrás la leche de Hera.
Ya se empiezan a publicar resultados basados el los primeros frutos del observatorio Gaia de la ESA. Un grupo de investigadores ha usado los datos de 4675 estrella analizadas por Gaia para saber más sobre la Vía Láctea.
Nuestra galaxia, al igual que otras, canibaliza a las galaxias cercanas más pequeñas. Lo ha estado haciendo durante 13.000 millones de años.
Las galaxias enanas que ahora rodean a la Vía Láctea terminarán por ser asimiladas al igual que les pasó a otras galaxias enanas del pasado y sus estrellas pasarán a formar parte de nuestra galaxia. ¿Perteneció el Sol a una de esas galaxias asimiladas en el pasado?
Hemos podido observar qué es lo que está pasando en otras galaxias. Vemos cómo otras galaxias canibalizan otras más pequeñas y a veces incluso vemos cómo galaxias de tamaño similar colisionan entre sí para formar una sola. Esto último pasará cerca de nosotros en un futuro distante (dentro de 4000 millones de años) cuando la galaxia de Andrómeda colisione con la Vía Láctea para formar Lactómeda. Naturalmente entre un caso y otro hay toda una gradación.
Las galaxias no sólo contienen estrellas, polvo y gas, sino que además contienen materia oscura en casi un 80%. Se cree que la estructura a gran escala del Universo está formada por esta materia oscura y la ordinaria simplemente se ancla gravitacionalmente a ella para formar las galaxias que vemos.
Si las galaxias que una vez fueron asimiladas por la Vía Láctea hubieran sido lo suficientemente grandes habrían dejado una huella determinada en la actualidad. En ese caso se hubiera formado un disco plano rico en materia oscura alineado con el disco espiral de estrellas. Este grupo de investigadores ha buscado huellas de estos eventos en las estrellas analizadas para así comprender la historia de nuestra galaxia.
Si se tiene un aporte sustancial de materia entonces esta es empujada hacia este disco según la galaxia es asimilada. Este proceso hace que las fuerzas de marea dividan la materia de la galaxia en cuestión y que esta se reparta por el disco en forma de estrellas. Así que, si esto se ha dado, debe haber estrellas relativamente vecinas que procedan de otras galaxias que una vez fueron asimiladas por la nuestra. Se puede intentar buscar esas estrellas y esto es precisamente lo que ha hecho este grupo de investigadores.
Han buscado estrellas con una química diferente a las estrellas nativas de la Vía Láctea en esas 4675 estrellas analizadas espectroscópicamente. Estrellas que sean un poco más cálidas que las nativas, pero que orbiten a la misma velocidad. No han encontrado este tipo de estrellas en el disco galáctico.
Esto significa que la Vía Láctea ha asimilado otras galaxias, pero estas eran pequeñas y no lo suficientemente grandes como para forzar a la materia que contenía a emigrar al disco. Es decir, la historia de la Vía Láctea ha sido bastante suave.
El resultado tiene implicaciones para la búsqueda directa de materia oscura con experimentos que detecten su presencia. En estos experimentos se sitúan grandes volúmenes de masa de materia ordinaria aislada de casi cualquier tipo de interferencia en minas a gran profundidad. Se espera que algunas partículas de materia oscura colisionen de vez en cuando con las de la materia ordinaria de esa masa y se registre una señal. Hasta la fecha, los resultados de estos experimentos han sido negativos.
Las partículas de materia oscura del halo galáctico (el halo de materia oscura que rodea nuestra galaxia y con la que ya nació) deberían dar una señal diferente de las partículas oscura del disco galáctico (disco que se forma con el tiempo según las colisiones descritas). Si no hay materia oscura en el disco galáctico o esta es muy escasa, entonces las implicaciones para su detección son claras.
Por último, la Vía Láctea es un refugio para la vida. Quizás sólo en las cercanías del núcleo galáctico a la vida le cueste aparecer y sobrevivir, pero en el resto puede haber vida. No podemos afirmar científicamente que haya otros planetas con vida, pero sí podemos decir que hay vida en nuestra galaxia. La Vía Láctea es lo suficientemente estable y acogedora como para que haya vida: la nuestra, al menos. Otras galaxias son tan activas que esterilizarán cualquier intento de vida tal y como la conocemos.
Quizás, durante los últimos 13.000 millones de años ha surgido la vida en muchos sitios. Puede que haya incluso una civilización ultra-avanzada viviendo en alguna supertierra que gire alrededor de una enana roja extremadamente longeva de 10.000 millones de años. ¿Qué habrán podido aprender esos seres, vecinos de nuestro entorno y del Universo en todo este tiempo?
No sabemos si la Vía Láctea seguirá siendo así de acogedora en un futuro. Quizás la colisión con Andrómeda cambie la situación. Pero, para entonces, la Tierra habrá dejado de albergar vida hace tiempo y el Sol estará ya en fase de gigante roja, a punto de morir. Las huellas del ser humano, de su estulticia y de sus mitos habrán sido ya borradas de la memoria del Universo y no sabremos qué formas de vida habrán tomado el testigo para hablar en nombre del Cosmos y de la existencia.

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Fuentes y referencias:
Artículo original
Foto: Wikimedia Commons.

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10 Comentarios

  1. tomás:

    El artículo es precioso, mucho.
    Sólo me preocupa que al ser leído por un «diseñoso» no comprenda que esa frase inicial es puramente literaria. Ni hemos sido diseñados ni tampoco evolucionó nuestro cerebro para comprender el Universo. Evolucionamos para sobrevivir con inesperado y asombroso éxito. Tuvimos la suerte de ser superadaptables, omnívoros y alguna característica más que contribuyó a lograr lo que somos. Todo lo demás son meras consecuencias de una estructura mental que está dando de sí mucho más de lo esperable -algo así como lo que sucedió con las plumas de los dinos, que de servir para protegerse del frío pasaron a vuelos asombrosos y envidiables.
    Lo de que quien nos vea desde 65 Mal, pueda decir que esto es un planeta habitado por dinosaurios me parece muy original y contribuye a la brillantez del artículo.
    Enhorabuena por él.

  2. NeoFronteras:

    Gracias por lo de precioso, apreciado Tomás. Y sí, lo de diseño puede interpretarse mal, así que se ha modificado para que no queden dudas. También se han introducido un par de cambios menores.

  3. petrus:

    Pues es una pena y un derroche injustificable tanta belleza y tanta perfección para que, sin diseñador ni diseño, todo termine como indica el último párrafo. ¿ Qué sentido tiene el cosmos y nuestra inteligencia sin ellos ?

  4. tomás:

    Querido amigo «petrus»:
    Es que tanto belleza como perfección son ambas muy subjetivas. Si lo meditas, esa clase de preguntas son un lujo que parte de la humanidad puede hacerse, pero que a otros muchos les está negada por su miseria de todo tipo y realidad y que no da mas que para intentar sobrevivir cada día. Y si precisan, para consolarse, que haya un diseñador, que en otra vida -con varias alternativas según la religión- les provea de paz y felicidad, deberían pensar por qué ese diseño que les ha tocado ha de ser tan penoso. Quizá ese diseñador no es infinitamente justo como debiera, ni infinitamente misericordioso. Es, simplemente, contradictorio en sí y, por tanto, una ilusión imposible.
    Un fuerte abrazo, querido amigo «petrus».

  5. RicardM:

    Amigo Petrus, yo lo dira al reves: ¿Qué sentido tiene nuestra inteligencia sin este cosmos al que nos asomamos?

    Me uno a Tomás en sus elogios. Comparto en Facebook.

    Saludos.

  6. tomás:

    Querido y añorado RicardM:
    Parece que estamos muy de acuerdo. Pero aún iría más allá: toda las investigaciones y conocimientos sobre el cuerpo humano, sobre la misma mente, sobre la biología de nuestros compañeros, los animales, plantas, etc.; y todo el campo de la física mínima, tan asombrosa.
    Es que estamos rodeados de universos, en los que el estudio de una pequeña parte de cualquiera de ellos puede llenar de trabajo e ilusión toda una vida. Por eso es tan maravillosa. Nadie, y menos «petrus», tan inteligente como lo demuestran sus comentarios, debería desanimarse por la finitud del Universo y de nuestra vida. Es eso lo que la hace ser tan extraordinaria.
    Un fuerte abrazo.

  7. David:

    Pues he leído que al trasplantarlos un órgano o extremidad, adoptamos en parte el carácter de la persona a quien perteneció anteriormente. Esto sugiere que somos una agrupación de bacterias, que forman todas juntas, un organismo mayor, y no una sola unidad. Por tanto, el concepto del alma o escénica individual, se diludiria.
    ?Es cierto esto.?

    Sobre el reportaje del cosmos, muy bonito, si, pero ?que quiere decirnos al final todo esto.?

  8. Miguel Ángel:

    ¡Ay madre!, David…no te creas esas cosas.

  9. tomás:

    Que no, querido David, que no se diluiría -es que quiero pensar que te refieres a la mente-.
    Veamos: no somos una agrupación de bacterias, que son procariotas`, es decir, sin núcleo; las células de nuestro cuerpo son eucariotas, o sea, con un núcleo diferenciado. Y forman mucho más que una agrupación, porque hay entre ellas una división de funciones asombrosamente compleja. Aparte de eso, sí poseemos una flora -por ejemplo intestinal- con la que mantenemos una simbiosis mutualista, es decir que la guardamos en lugar seguro y la alimentamos y ella, en pago, nos facilita tanto la digestión que pienso que ya no podríamos vivir sin ella. En nuestra piel, además de -creo- algún mutualista tenemos parásitos que se alimentan de nosotros; por ejemplo hongos y bichillos así. Pero de esto te podría decir mucho más y mejor Miguel Ángel -a quien te ruego que no me lo vuelva a asustar-.
    Te haré unas preguntas: el pirata de pata de palo ¿adquiere algo de la, voy a llamarla «esencia», del árbol que fue origen de la pierna de madera? Sigamos: al que le colocan una prótesis de cadera de titanio y alguna materia más, acoge algo del inexistente «pensamiento» del titanio? Aquella que recibe una prótesis mamaria de silicona… bueno, aquí puedo columpiarme porque si a la silicona le corresponde el género femenino, no cabe duda que, especialmente en los casos caprichosos, la moza puede adquirir más atractivo también femenino -pero sería buscarle los cinco pies al gato-. Y, si seguimos así concluiremos que un trasplantado de corazón no tiene por qué apropiarse del buen o mal corazón del donante; aunque sólo sea porque eso es una mera frase hecha. Decimos que tiene «buen corazón» de quien es buena persona, pero eso viene de muy antiguo, de cuando se creía que las emociones se asentaban en diversas partes del cuerpo: el amor, en el corazón, la ira -creo- que en la vesícula biliar… en fin cosas así que no recuerdo.

    Por último tu pregunta: El artículo nos habla, como su título indica de la historia de la Vía Láctea, de la asimilación por ésta de otras galaxias menores. Nos dice también que, al igual que en nuestro Sistema Solar está la Tierra en una zona de habitabilidad, es muy posible que no todas las partes de nuestra galaxia pueda darse la vida. Y luego de la finitud de nuestro planeta y de la futura transformación de nuestro Sol. Es decir, de un futuro en el que, de la humanidad ya no podrá existir ni el recuerdo. Nuestro arte, nuestra ciencia, nuestra venturas y desventuras, todo será polvo de estrellas. Muy triste aunque de gran belleza.

    Un fuerte abrazo.

  10. David:

    En Faceboock, en casa mi madre leyó un articulo, que habla de la muerte de galaxias por estrangulamiento. Por estas, circula un gas frío, que al detenerse en algunas, provoca la muerte de la galixia, digo, de la galaxia. Además, las galaxias moribundas, son ricas en metales, en cambio no tienen elementos ligeros como el hidrógeno. Y no puede albergar vida orgánica.

    Ya había leído algo sobre galaxias que matan a otras, caníbalizandolas. Asimilándolas como parte suya. Pero no había oído que podían morir estas, extranguladas por otras galaxias asesinas.

    Curioso todo esto.

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