Riesgo de extinción subestimado
Un estudio señala que la lista roja de extinción del IUCN subestima el riesgo de extinción de, al menos, muchas especies de aves.
La ciencia en su conjunto tiende a ser conservadora y poco dada a las afirmaciones extremas, aunque algunos de sus miembros lo hagan. .
La ciencia, básicamente, es un producto del consenso, pero eso no significa que ese consenso sea correcto. Hay multitud de ejemplos de cómo la comunidad científica se aferraba a una teoría que al final resultó incompleta. También hay errores y desactualizaciones en métodos y datos.
Un ejemplo lo tenemos en el cambio climático. Cada vez se acumulan más pruebas de este cambio y que este cambio es muy grave. Sin embargo, las predicciones no son tan alarmistas de lo que deberían ser, quizás por presión política.
El último caso es el de las especies en peligro de extinción. Hay una lista roja elaborada por el IUCN (International Union for Conservation of Nature and Natural Resources) que indica qué especies corren peligro de extinción en nuestro mundo.
Ahora un estudio señala que, al no incorporar el IUCN nuevas tecnologías como las imágenes aéreas y de satélite, este organismo ha subestimado la amenaza que se cierne sobre cientos de animales. El resultado es que podríamos estar perdiendo especies de las que ni somos consciente que corren peligro.
La lista roja del IUCN fue creada en 1964 y desde entonces se encarga de evaluar el grado en el riesgo de extinción que tienen algunas especies. Esta lista depende de una base de datos procedentes de científicos y conservacionistas, así como de miles de voluntarios y naturalistas profesionales. Los gestores de IUCN introducen esos datos en un sistema para que un algoritmo evalúe el riesgo de extinción en función de diversos factores como la tendencia de la población, la pérdida de hábitat, etc.
Según Stuart Pimm (Duke University) el problema es que el sistema está desactualizado. Básicamente se usan mapas levantados a mano a partir de los datos de campo recolectados por los expertos. No se incorporan datos de fotos aéreas o de satélite, que son mejores a la hora de detectar problemas como la deforestación. Al no considerar cambios geográficos sutiles en el ambiente, como los parches de deforestación o cambios según la altura, se subestima el riesgo que corren muchas especies.
En este estudio realizado por Pimm, Natalia Ocampo-Peñuela y otros colaboradores se hizo un seguimiento de 586 especies de aves de seis regiones del mundo que incluyen los Andes Occidentales en Colombia, Madagascar, Sureste Asiático y Brasil. De estas especies 108 corren riesgo de extinción según la lista del IUCN.
Pero en este caso sí tuvieron en cuenta datos procedentes de imágenes áreas y de satélite que les permitieron evaluar detalles como el de la altura. De este modo pudieron calcular cuánto hábitat les queda todavía a estas especies y, por tanto, evaluar el riesgo que corren de desaparecer estas especies de aves. Además, esta evaluación fue realizada con los mismos algoritmos que usa IUCN.
El resultado de todo ello fue que 210 especies de aves fueron reclasificadas con el más alto índice de peligro de extinción.
Esto quiere decir que un alto porcentaje de aves que actualmente no se las considera en peligro de extinción son mucho más vulnerables de lo que indica la lista roja del IUCN. De hecho, 8 especies que se las considera como de baja preocupación en realidad están en peligro crítico.
Así, por ejemplo, el cotinga de alas grises, que vive en un área de 3300 km cuadrados en las montañas al noreste de Brasil, está clasificado como “vulnerable” según la lista del IUCN. Pero a esta ave sólo puede vivir en alturas entre 1200 y 1800 metros, lo que reduce su hábitat a sólo 100 km cuadrados. Esto obliga a reclasificar a la especie como en peligro crítico de extinción.
Especies como Boissonneaua jardini de los Andes occidentales (en la foto), que recientemente ha sido reclasificada como poco vulnerable, está, en realidad, en grave riesgo según este nuevo estudio. “Si esta ave desaparece de Colombia desaparece de todo el mundo”, dice Ocampo-Peñuela. “Animamos al IUCN a que saque ventaja de todos estos datos”, añade refiriéndose a las imágenes de satélite.
Pero el resultado ha levantado ampollas dentro del IUCN y algunos de sus miembros sostienen que los criterios de clasificación usados por este nuevo estudio son incorrectos y que la lista roja final del IUCN es revisada manualmente para asegurar que todo es correcto y consistente.
Este estudio sólo ha tenido en cuenta unas especies de aves en ciertas partes del mundo, pero se debería aplicar el método a anfibios, reptiles y mamíferos igualmente. También se podría usar esta aproximación para evaluar el peligro de extinción que corren las especies de plantas. El resultado seguro que también será desalentador para la biodiversidad planetaria.
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Fuentes y referencias:
Artículo original
Foto: Curitiba, Brazil, Wikimedia comons.
11 Comentarios
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domingo 13 noviembre, 2016 @ 3:57 pm
El decir «Este estudio sólo ha tenido en cuenta unas especies de aves en ciertas partes del mundo, pero se debería generalizar a anfibios, reptiles y mamíferos igualmente» me parece una afirmación demasiado gratuita cuyo único sentido parece ser llegar a una conclusión establecida de antemano.
Saludos,
domingo 13 noviembre, 2016 @ 7:33 pm
Respetado hywel: Esa afirmación no es demasiado gratuita. Usted lo ve así porque parece entender que se extrapolan los resultados observados sobre ciertas clases animales a otras clases animales. Pero la generalización que se propone va en otra dirección: la de la constatación de la deficiencia de los sistemas de observación disponibles para dar cuenta de la catástrofe ambiental. Si una falla en un telescopio se detecta cuando se está observando determinado tipo de estrellas, digamos M, advertir que la misma falla se presentará seguramente al observar otro tipo -por ejemplo O- no es extrapolar de las estrellas tipo M a las tipo O. Es, simplemente, advertir que el telescopio está malo. Gracias.
domingo 13 noviembre, 2016 @ 9:35 pm
Bueno, si las pruebas para afirmar que un sistema falla se obtienen de una muestra poco representativa existe riesgo de que esa afirmación (por lo poco representativo de la muestra, reitero) no sea correcta para todas las especies.
Se constata que el sistema IUCN falla para especies de aves localizadas en los trópicos, para otras especies se ignora, puede ser sí o puede que no, dependerá del tipo de fallo.
Gracias a usted por comentar.
domingo 13 noviembre, 2016 @ 10:39 pm
hywel:
Ese párrafo quiere decir que hay que hacer lo mismo con otras especies. Se ha cambiado «generalizar» por «aplicar» para que no haya confusión.
No parece que le importe mucho el destino de las especies (de aves u otros seres) del país en el que vive (Colombia) ni de cualquier otro.
lunes 14 noviembre, 2016 @ 3:45 am
Respetado hywel: el artículo sólo dice que el hecho de mirar con herramientas más actualizadas algunos ecosistemas muestra que las actuales evaluaciones son de grano muy grueso y se pone en evidencia que por tal hecho pueden fallar de manera seria. La sospecha es válidamente generalizable para el sistema de observación como un todo. Neo ha cambiado «debería generalizar» por «debería aplicar», pero también podría haber aceptado «podría generalizar». (Por cierto, Neo: soy yo quien vive en los Andes occidentales colombianos, y ciertamente todos los días viene al jardincito de mi balcón un diminuto Boissonneaua jardini. Es muy territorial y usa su largo pico como un mosquetero de Dumas; su velocísimo aleteo zumba como el de un moscardón y posee una maniobrabilidad asombrosa: permanece estático cual minúsculo helicóptero y súbitamente sale disparado como un dardo, casi invisible de lo rápido. Se molesta con mi mujer cuando ésta tarda en poner el abrevadero en la madrugada. Realmente tiene un fuerte temperamento… creo que como el tuyo, Neo, jeje…)
lunes 14 noviembre, 2016 @ 3:50 am
Acá tienes una muestra representativa, «hywel»:
http://neofronteras.com/?p=5136
Además publicada por un organismo diferente y todavía de más renombre.
lunes 14 noviembre, 2016 @ 9:39 am
Lamento tener que oponerme al criterio de «hywel». Es elemental que debemos usar los medios más modernos y efectivos para investigar cualquier cosa. Y digo que lo lamento porque, naturalmente que desearía fuese falsa la alarma pero, desgraciadamente, no lo es. Murphy y su malévola ley, tienen razón: con otra forma de decir, las cosas suelen ser peor de lo que aparentan. Y aseguro que no soy nada pesimista en general; pero en este tema, hay tantos intereses y tanto desinterés… (no me perdonen por la redundancia; es a propósito).
lunes 14 noviembre, 2016 @ 9:54 am
Por cierto, ¡qué bonito el relato de nuestro querido amigo Atanasio! Echo de menos, como a ti, a otros compañeros, que escriben tan lindo y tan poco. Algunos han dejado de escribir, como RicardM y me culpo de ello. Creo que fue a raíz de una controversia sobre el catalanismo. Si es así, yo te ruego me perdones, porque mi respeto y admiración hacia ti, querido RicardM, perdura en el recuerdo de tus tan acertadas opiniones. Para que me juzgues mejor, te contaré que tengo un buen amigo catalanista e independentista, preocupado por la cultura y que se sacrifica por ella. Y me aprecia tanto como yo a él, aunque tengamos esa diferencia. Es imposible estar de acuerdo en todo. En fin…
lunes 14 noviembre, 2016 @ 6:27 pm
Observando los territorios colonizados por el hombre, se observa que la vida animal previa no ha sido considerada casi nunca. A medida que se extienda esta colonización, generalmente agrícola e industrial, la vida animal solo podrá sobrevivir en pequeños nichos, precisamente aquellos en los que el hombre no encuentre rendimiento económico suficiente. Dentro de un siglo, estos nichos se reducirán a los trópicos más insalubres, los desiertos, las cadenas montañosas y los polos. De Florida y sus pantanales ni hablar, seguro que terminan siendo campos interminables de pistachos, plátanos o naranjos.
Sin embargo , siendo cierto lo anterior, estos días me he cruzado con dos corzos en la carretera,y en las afueras de mi ciudad un amigo ha encontrado medio jabalí atropellado por el tren ( el otro medio aún no ha aparecido)… y en mi región hay en estos momentos millones de kilos de uva sin recoger por exceso de producción y otros tantos millones de estorninos dispuestos a terminar con ellos … Tal vez muramos de éxito y los animales lo aprovechen finalmente para resucitar.
lunes 14 noviembre, 2016 @ 9:04 pm
A veces no queda mucho tiempo para escribir, sólo para leer, querido Tomás. Siempre he apreciado mucho este sitio y nunca dejo de leer todos vuestros comentarios. Un abrazo a ti y a los demás concurrentes. Y como siempre, gratitud renovada a Neo por este bello e importante trabajo.
martes 15 noviembre, 2016 @ 3:36 am
Pues sí, una alegría volver a saber de tí, querido Atanasio.
Un fuerte abrazo.