NeoFronteras

El ave gigante europea

Área: Paleontología — domingo, 30 de junio de 2019

Aves gigantes de hasta 500 kilos vivían en la Europa de hace 1.8 millones de años.

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Todos ya sabemos de las aves gigantes que vivieron en Madagascar o en Nueva Zelanda hasta hace muy poco.

Ahora un estudio revela que aves de 500 kilos y de más de 3 metros de altura vivieron hasta hace 1,8 millones en Europa. Los humanos de aquel entonces (Homo erectus) convivieron con esta aves, que hasta ahora, serían las mayores aves conocidas del continente, pues estos homínidos salieron de África por ese tiempo para conquistar Europa y Asia.

Los restos, en forma de huesos, que prueban la existencia de estos animales se encontraron en el fondo de la cueva Taurida de la península Crimea. Sólo el fémur que encontraron mide 75 cm de largo. Estos huesos fueron descubiertos durante la construcción de una autopista en dicho país. Es la primera ave de este tipo que se descubre en el hemisferio Norte.

«Estimamos que pesaban unos 500 kilos. Este peso tan formidable es cerca de tres veces el del ave viva más grande, la avestruz común, y cerca de lo que pesa un oso polar», dice Nikita Zelenkov (Academia Rusa de Ciencias)

Los investigadores creen que esta ave no podía volar, pero que probablemente era capaz de correr muy rápido. Aunque otros investigadores sugieren que posiblemente andaba habitualmente y que en raras ocasiones corría.

Además de los huesos de esta especie, a la que han llamado Pachystruthio dmanisensis, los investigadores encontraron restos de grandes carnívoros, como el guepardo gigante, hienas gigantes, mamuts y smilodones (dientes de sable).

Según el estudio, el ave podría haber servido como fuente de carne, hueso, plumas y cáscaras de huevo a los humanos de aquel entonces. Aunque no hay pruebas de ello.

No hay suficientes datos todavía para saber cómo era el animal en vida o si se parecía o no a las actuales avestruces. A diferencia de otros casos, tampoco se sabe si estas aves eran carnívoras o herbívoras porque no se dispone de ningún cráneo.

Otros restos de esta ave se encontraron en Dmanisi (Georgia) en 2013, pero entonces se creyó que sería similar a la actual avestruz. El equipo de Zelenkov ha reexaminado estos restos y concluido también pertenecen a la misma especie: P. dmanisensis. Debe de haber más huesos a la espera de ser encontrados y los expertos sugieren que posiblemente vivió a lo largo de toda la Europa del Este hasta le oeste de Asia.

Varias especies de aves gigantes no voladoras parece que vivieron a lo largo de unos pocos millones de años, tanto en Sudamérica, como Australia, como en Nueva Zelanda. La mayor de todas fue el ave elefante de Madagascar, que pesaba más de 600 kilos. No se conocen casos en África, pero esto posiblemente se deba a la falta de excavaciones.

El pasado se hace cada vez más interesante con cada descubrimiento.

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Fuentes y referencias:
Artículo original.
Ilustración: Andrey Atuchin.

Salvo que se exprese lo contrario esta obra está bajo una licencia Creative Commons.
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9 Comentarios

  1. Dr.Thriller:

    Y tanto.

    Los avestruces pueden domesticarse. Hay granjas, la carne le sale rentable a este sistema. Un neosaurio de estos, de media tonelada, sale a cuenta. Una gallega de 93 siglos:

    https://www.gciencia.com/historias-gc/identificada-elba-pastora-galega-de-hai-9-300-anos/

    (Hay link al IPP abajo).

    Con metro y medio, llevaba tres uros (o más), que es un bicho que deja muy pequeña a una vaca. Quizás no estaba sola, pero seguramente sí (de haber estado acompañada, es dudoso que no hubieran hecho algo). Es rentable cuidar ese ganado tan inmenso (y no por la leche, aún no, intolerante a la lactosa) de sus predadores naturales. Veo todas las papeletas para que la megaavestruz hubiera sido domesticada y no cazada hasta el exterminio. ¿Por qué se extinguió entonces?

    Es que de hecho, a los uros, como a los leones de la cuenca mediterránea, su extinción se debió a los romanos, no a otros.

  2. Miguel Ángel:

    En cuanto a la discusión de si era rápido o lento, viendo la ilustración apostaría a que sí que estaba capacitado para correr rápido, 50 Km/h?

    Querido amigo Dr. Thriller:

    Si un avestruz te puede liquidar a base de patadas, para nuestro protagonista sería un pequeño entrenamiento. El pico también tendría potencial letal si lo dirige al cuello de un humano, y en otras zonas imagino lesiones también muy serias. La incógnita es si atacaría a los humanos si es criado por estos desde su salida del nuevo.
    Que estuviesen recluidos plantea otras dificultades.

    Muy bueno el hallazgo de la pastora.

  3. Miguel Ángel:

    Y abrazos, of course, que es que le he tenido que dar a enviar.

  4. Dr.Thriller:

    No hace falta ni que lo haga deliberadamente, puede matar por mero accidente. De hecho, desgraciadamente no son raras las muertes por accidente con el ganado. Un uro, un bicho (al menos iba con tres) de la paisana, oscilaba entre 700-1500 kg, más del doble en promedio de un bóvido moderno. La Elba no llevaba ni un palo (de lo que le iba a servir).

    En general, la domesticación también es algo poco conocido, mal estudiado y peor comprendido. He llegado a leer ensayos donde se argumenta, y no es por hacer un tour de force académico, sino dentro de criterios etológicos puros, que no hemos domesticado a los perros, sino que *ellos* nos han domesticado a nosotros, en el palmario sentido de que como éxito evolutivo, ellos han sacado más puntos que nosotros (win-win, pero ellos más win), a pesar de que en general podemos comérnoslos y es de hecho una razón para esa relación (no sólo al principio, Amundsen se comió bastantes de sus perros para alcanzar el polo Sur). Tengo la sospecha de que el cálculo rige para todos, desde los mejillones hasta las palomas mensajeras.

    En mi opinión la extinción que podamos inducir, o meramente contribuir, debe tener un componente cultural crítico, me apoyo en dos razones: que los parámetros culturales son los más difíciles de acoplarse a criterios biológicos estrictos (dan la impresión de funcionar como un sistema superansiolítico), y que la tendencia a interaccionar con el entorno sin degradarlo, al menos como «salvajes», presenta indicios de una potencialidad que bien pudiera habernos ayudado como ventaja evolutivo, porque de resultar un sesgo hacia lo contrario, es difícil haber prosperado en los primeros momentos de la expansión humana.

    Otra cosa es meramente competir e introducir una presión evolutiva. Eso me temo que es inevitable.

  5. Dr.Thriller:

    Y por supuesto, abrazos retornados con los correspondientes intereses de demora. También me olvidé añadir que aparte de poder comernos perros (otros animales es que ya tienen esa función), los perros también pueden comernos a nosotros, y tampoco es tan infrecuente. Igual que hay perros que se mueren, literalmente, de pena ante la muerte de sus compañeros humanos, los hay que se comen sus cadáveres, un tipo de fenómeno forense es el cadáver de una persona mayor que vive sola (cada vez se muere más gente que vive sola y sólo se descubre cuando se vacía la cuenta del banco y se devuelven recibos domiciliados), que le falta la cabeza y las manos. Ni siquiera es algo cruel, una vez muertos la gama de olores que nos identifica ante los perros desaparece, olemos de manera diferente y aunque seguramente un perro puede identificar el cadáver de lo que fue su dueño, ya sabe que eso ya no es su dueño de una forma u otra, y el hambre hace que se coma las partes expuestas. Es algo que también pasa con buzos ahogados (el traje de neopreno, ni los tiburones).

  6. tomás:

    Resulta aleccionadora lo que parece ser una convergencia evolutiva. Me refiero a que los cuerpos de estas aves gigantescas se parecen mucho: largos cuellos, largas patas y muy fuertes uñas o «pezuñas», así que imagino que la alimentación de todas ellas hubo de ser similar. Sin embargo no me explico la necesidad de un cuello tan largo si su alimento estaba, posiblemente, en el suelo¿?

  7. Miguel Ángel:

    Yo creo que está bien ajustado, querido Tomás: solo un poco más que la longitud mínima necesaria para que no tengan que flexionar las patas cuando recogen comida del suelo (lo que supondría un gasto de energía sensiblemente superior al que se requiere para bajar y subir el cuello y la cabeza). Si la medida del cuello coincidiese exactamente con la longitud mínima para llegar al suelo, solo podrían dar un picotazo en el punto más próximo del suelo, de modo que se vería obligados a dar más pasos que con esos pocos cm extra que le permiten cubrir una superficie mayor.

    Abrazones.

  8. tomás:

    Un tanto escéptico a tu explicación, me he ido a Wikipedia y allí tenemos una ilustración en la que se ven juntas el cuello más cabeza y una pata. Resulta que esta es más larga, pero habrá que tener en cuenta el seguro balanceo sobre el eje de las caderas, así que no voy a negar tus razones. De todas formas, que la evolución haya llevado a las jirafas a tan largas patas y cuellos parece razonable por su alimentación -aunque tengan que adoptar peligrosas posturas para beber agua-, pero no es así para estas grandes aves que se alimentan de lo que encuentran por el suelo y hasta, en ese cometido, les hubiese venido bien un cuello más largo que las patas, para abarcar más superficie de alimentación sin tener que elevar la cabeza. Mas, en paralelo de lo que suele decirse de algunos órganos humanos, la evolución tiene sinrazones que nuestro seso no entiende.
    Avestrubrazos.

  9. tomás:

    Claro que, mientras picotean sin levantar la cabeza, viene el felino y las pilla.
    Abretusbrazos.

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