Sobre la evolución de las manos
Unos experimentos con lajas de sílex apoyan la idea de que nuestras manos evolucionaron por selección debido a aspectos culturales como el uso de herramientas de piedra.
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A veces no somos conscientes de los que tenemos, de lo que damos por sentado. Nuestras manos son una maravilla desde el punto de vista evolutivo. Sirvieron a los antiguos relojeros o sirven a los actuales neurocirujanos con extrema precisión. Sirven para teclear este texto en un ordenador o acariciar a otro humano. Detenga por un momento su quehacer diario y contemple sus manos; como se pliegan las distintas falanges; la sensibilidad de la yema de los dedos, que llegado el caso permiten leer a los ciegos; la fuerza que pueden llegar a ejercer. Cierre los ojos y sea consciente de la posición de cada uno de sus dedos sin verlos. La región de nuestro cerebro dedicada a las manos es bastante amplia, proporcional a toda la información que procede de ellas o que va a ellas.
Hace 140 años Darwin propuso que las características únicas de la mano humana se vieron influenciadas por el aumento del uso de herramientas en nuestros antepasados, en concreto por el uso de herramientas de piedra. Esta idea, que no había sido comprobada hasta ahora, ha recibido apoyo por parte de antropólogos de la Universidad de Kent.
Las investigaciones realizadas durante el último siglo han puesto de manifiesto la existencia de características especiales en los huesos y musculatura de la mano humana y muñeca, características que están asociadas con capacidades de manipulación y de adherencia, y que son diferentes a las que tienen los grandes simios.
Estas características han alimentado la idea de que en algún momento, desde la escisión de los humanos del antepasado común con los simios, la mano humana evolucionó para adaptarse desde sus originales propósitos en la locomoción hacia funciones alternativas.
Ahora Stephen Lycett y Alastair Key han mostrado que las manos de nuestros antepasados pudieron estar sujetas a la selección natural como resultado del uso de herramientas de corte. En los experimentos se usaron lascas naturales de piedra como herramientas de corte, tal y como lo hicieron nuestros antepasados en África hace 2,6 millones de años. Estos investigadores analizaron si las variaciones en el tamaño de la mano en los individuos que usaban estas herramientas reflejaban diferencias que pudieran afectar a la eficacia de las mismas como instrumentos para cortar una cuerda.
Las variaciones biométricas encontradas efectivamente ponían de manifiesto una relación significativa con la eficacia a la hora de cortar.
Según uno de los investigadores el estudio sugiere que la idea de Darwin era correcta y que desde los estadios más tempranos de nuestra evolución el comportamiento cultural de nuestros antepasados estuvo influyendo sobre la evolución biológica en direcciones específicas.
Ahora vuelva a mirar sus manos y sea consciente de que son como son porque algún antepasado muy lejano empezó a usar cuchillos de piedra y que cuando un cirujano usa su escalpelo exige a sus manos unas capacidades que básicamente son las mismas que ese antepasado.
Copyleft: atribuir con enlace a http://neofronteras.com/?p=3431
Fuentes y referencias:
Nota de prensa.
Artículo original.
Encuentran un “eslabón perdido” entre peces y tetrápodos.
El remoto origen de los dedos.
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Tu pez interior.
7 Comentarios
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jueves 17 marzo, 2011 @ 7:10 pm
Con Darwin sucede lo mismo que con Einstein, cada vez que sus teorías son puestas a prueba, superan las pruebas.Tanto Darwin y su selección natural, como Einstein y sus relatividades,siguen aguantando, y esto que a las teorías relativistas de Einstein son bastantes los físicos que buscan encontrarle «puntos flacos»,aunque se entiende que así sea, por aquello de las «singularidades» y el colapso de sus ecuaciones en la singularidad.
Efectivamente las manos son una maravilla desde el punto de vista evolutivo, pero no lo son menos los pies.
Saludos.
viernes 18 marzo, 2011 @ 2:58 pm
El otro día ví una película sobre Darwin que iniciaba diciendo que para muchos la Teoría de la Evolución es la más brillante idea nunca concebida. Cada día estoy más de acuerdo con esta afirmación.
viernes 18 marzo, 2011 @ 6:25 pm
El hecho evolutivo es indiscutible, es como la gravitación. Nadie discute que los graves caen al suelo, la ley que lo describa es otra cosa. Los mecanismos básicos de la evolución ya los expuso Darwin en su momento y desde entonces sólo se han hecho añadidos y modificaciones.
Pero lo interesante de este resultado (tampoco es que sea impresionante) es el hecho de que hay una selección cultural. Y la pregunta es si se ha dado en otros ámbitos, como el del comportamiento. Nos podemos preguntar, por ejemplo, si se ha ido seleccionando gente crédula y religiosa a lo largo del tiempo.
sábado 19 marzo, 2011 @ 7:54 am
En la ciencia existen temas a los que ya no se puede llamar teorías, sino hechos. Entre ellos está la existencia de la gravedad, la redondez de la Tierra, la evolución, la tectónica de placas, etc. Otra cosa son los detalles e incluso los fundamentos que sí son objeto de teorizar sobre ellos. Entiendo que es a esto a lo que Neo se refiere y sobre lo que insisto y resalto antes de responder a la pregunta que suscita al final de su comentario.
Al ser el hombre un animal social y que ha basado su éxito en la formación de grupos -pues como individuo es de lo más débil e indefenso que para su tamaño y hábitat original podamos imaginar- creo que todo aquello que haya facilitado la formación de esos grupos ha debido ser favorecido por la selección. Ya el niño tiende a preferir sentirse parte de un grupo, lo que puede indicar que es algo innato y no aprendido. Así pues, la religión, el patriotismo, etc. han sido aglutinantes y por tanto, favorecedores de las agrupaciones.
Pero esto nos lleva a que, cuando ocupamos toda la Tierra, como los grupos son excluyentes por naturaleza, saltan chispas en los contactos entre unos y otros. Ello se manifiesta en el racismo, el los nacionalismos ridículos, en las peñas deportivas, en las bandas callejeras, en las sectas que, teniendo los mismos principios fundamentales, buscan diferencias tan sutiles como insignificantes y risibles: que si María fue virgen o no, p. ej., situación similar a la que ironiza Jonathan Swit en el país de los enanos -Los viajes de Gulliver- cuya guerra se justifica por la forma de partir los huevos.
Entonces mi respuesta es que sí: la evolución ha favorecido ese estado. La cuestión ahora es el futuro. Si la evolución favorece o no el fin de fin de esas diferencias o prefiere fundamentarse en lo que nos iguala. Como actualmente el hombre es capaz de influir en la evolución de manera determinante, creo imprescindible que una educación basada en derribar las barreras de toda ideología y favorecer la tolerancia se aplique a esa tarea.
Bueno, ya me he extendido más de lo aconsejable. Saludos.
lunes 21 marzo, 2011 @ 10:35 am
Completamente de acuerdo con todos los comentarios y especialmente con la aportación de Tomás: el cerebro humano que ha sido moldeado evolutivamente en un ambiente concreto y que ha sido un instrumento eficaz de supervivencia en dicho ambiente, ¿lo seguirá siendo en un futuro en el que el ambiente ha sido modificado de manera radical?
martes 22 marzo, 2011 @ 6:12 am
Gracias por la coincidencia, estimado pvl.
Siendo tan importante el tema suscitado, me agradaría conocer la opinión de Diego Tentor, al que sospecho profundo, especialmente en temas como este.
Un cordial saludo para todos.
domingo 3 abril, 2011 @ 10:15 pm
cundo nino un mestro me pregunto que si el cerebro evoluciono por culpa de la mano o la mano por culpa del cerebro; desde entonces siempre pence que los dos se crearon mutuamente ya que unas manos mas habiles proporcionan mas beneficios tales como herramientas u armas (esto lo digo porque soy mecanico y tengo que usar mis manos todo el tiempo
saludos y gracias por esta paguina tan interesante