Utilizando mosquitos a modo de jeringuillas
Un estudio europeo realizado con mosquitos infectados con malaria demuestra la capacidad de los parásitos vivos de desarrollar inmunidad.
La malaria es una enfermedad grave que mata cada año a millones de personas, generalmente en África y a niños por debajo de cinco años. África es un continente tan infeccioso que se retrasó su colonización por parte de Europa hasta el siglo XIX debido a que las enfermedades diezmaban a los colonizadores. Una de esas enfermedades era la malaria que es transmitida por la picadura de los mosquitos. Lo único que había en aquel entonces para retrasar el contagio era la quinina.
La enfermedad se ha extendido a muchas regiones tropicales del mundo, incluso en América, en donde hace mucho tiempo no existía la enfermedad. Se espera que con el cambio climático la situación empeore y ésta aparezca en otros sitios según los inviernos más suaves permitan sobrevivir a los mosquitos portadores. (leer más…)