Unos supuestos astronautas llegarían a Marte con problemas neurológicos y con síntomas de aceleración de enfermedades como el Alzheimer.
El ser humano tiene curiosidad y tiene espíritu aventurero. En el pasado había zonas del mundo que aparecían en blanco, color con el que los cartógrafos denotaban las regiones ignotas que aún no habían sido exploradas.
En la actualidad casi todo el mundo está explorado, incluso las profundidades marinas, pese a lo que algún oceanógrafo con hambre de presupuesto diga. Cualquiera con el suficiente dinero puede pagarse un viaje al polo norte, a la Antártida o incluso a la órbita terrestre si es millonario. Pero el espacio más allá de la Luna no ha sido explorado directamente por el ser humano, nos conformamos con misiones robóticas y telescopios. La pasión por la exploración aventurera puede tener su continuación en los planetas, lunas y asteroides de nuestro sistema solar. (leer más…)