Un grupo de investigadores ha logrado un nuevo sistema para alargar temporalmente los telómeros en células humanas en cultivos. Las células así tratadas se comportan como si fuesen más jóvenes.
Los microorganismos son virtualmente inmortales. Se dividen continuamente a no ser que un agente químico o físico los destruya. Pero los seres pluricelulares son, somos, mortales y al cabo de un tiempo las células de nuestro cuerpo dejan de dividirse. Se calcula que este límite es de poco más de cuarenta divisiones. Si las células no se dividen difícilmente pueden reparar los tejidos deteriorados del cuerpo.
Pero si un organismo pluricelular ya se ha reproducido entonces, desde el punto de vista evolutivo no importa que se muera. Además, una vez que ya que no se produce, la selección natural no opera para alargar la vida. (leer más…)