Persistencia de la memoria y comportamiento priónico
Un estudio apunta a que mecanismos similares a los que se dan en los priones son los que permiten el reforzamiento de las sinapsis neuronales.
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Nuestra forma de ser, miedos, habilidades intelectuales y recuerdos están en nuestro cerebro. Sin ese hardware todas esas maravillas se desmoronan para siempre. Quizás usted, amigo lector, pueda ahora mismo evocar otros tiempos felices, quizás cuando de pequeño pasó una tarde de verano bañándose en el río con su familia, o el día que oyó a su hijo pronunciar su primera palabra. O puede que recuerde esa época en la que vivió fuera de su país, conoció gente nueva, nuevas costumbres, comidas, paisajes y fue feliz. Quizás recuerde el primer beso con esa chica del instituto o la sonrisa de su abuelo. Cada cual tiene sus recuerdos favoritos y también otros tristes, pero que nos ayudaron a madurar y a ser personas.
Todos esos recuerdos se almacenan gracias a las sinapsis de las neuronas de nuestro cerebro. Hay más de cien mil millones de neuronas en nuestro cerebro que se interconectan con otras gracias a las sinapsis. Una neurona puede tener muchos miles de sinapsis. Las sinapsis se forman y se refuerzan o debilitan según el uso que se les dé.
Tanto la memoria como el procesado de la información se dan gracias a esta estructura. No es una estructura como los computadores modernos, en los que la información se almacena en un sitio, pero se procesa en otro. En el cerebro todo está junto, aunque hay regiones más o menos especializadas que pueden organizar ciertos tipos de información. Así, hay regiones que se encargan de la formación de nuevos recuerdos. (leer más…)