La meteorización de las rocas libera dióxido de carbono e impide la glaciación aunque se formen montañas.
Pese a que la Tierra se encuentra situada en la zona de habitabilidad del Sistema Solar, no es fácil garantizar que tengamos siempre más o menos el mismo clima. Así por ejemplo, la distancia de la Tierra el Sol no cambia, pero hace miles de millones de años el Sol era menos brillante que ahora. Es lo que se ha llamado paradoja del Sol joven, todavía sin resolver. Debe de existir una mecanismo de termorregulación que permita mantener las condiciones de habitabilidad sin que la Tierra se convierta en un Venus o un Marte. Uno de los factores que pueden ser determinantes es la concentración de dióxido de carbono. La vida en la Tierra depende del ciclo del carbono. Aunque ahora el ser humano emita mucha cantidad de dióxido de carbono, el ciclo natural del carbono se da a una escala geológica de millones de años. (leer más…)