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Pareja de ratones de las praderas (Microtus ochrogaster) exhibiendo monogamia. Foto: B. Aragona. |
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Ratones que en situaciones normales son monógamos son transformados en lo contrario mediante la manipulación de ciertos receptores neuronales.
El secreto del amor eterno podría depender de una región específica del cerebro activada por el neurotransmisor dopamina. Al menos eso es lo que dice un estudio realizado en ratones de las praderas (Microtus ochrogaster).
Estos roedores usualmente tienen una vida monógama y sólo se relacionan con sus respectivas parejas, pero unos investigadores han encontrado que manipulando los receptores de la dopamina en regiones específicas del cerebro pueden alterar este tipo de relación de pareja. (leer más…)