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PZT tradicional. Foto: Fujitsu. |
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Un material ya conocido por sus propiedades piezoeléctricas presenta una cualidad interesante que permite refrigerar bajo ciertas circunstancias. Se podría aplicar en un futuro a sistemas de refrigeración de microprocesadores.
El material se basa en el efecto electrocalórico ya conocido desde los años sesenta. Hasta ahora este efecto era casi despreciable, con lo que sus posibles aplicaciones prácticas eran nulas. De hecho sólo se producía un cambio de 2,5 grados cuando se aplicaban 700 voltios.
Pero Alex Mischenko de la Universidad de Cambridge reporta un efecto electrocalórico gigante que es unas 100 veces más grande que el conocido. El material es una variante de PZT (circonato de titanio plomo), un material cerámico muy utilizado como transductor ultrasónico entre otras aplicaciones como pueda ser la microfonía. (leer más…)