El lunes 19 de octubre de 1987, conocido como el lunes negro, el índice de la bolsa de Nueva York cayó 508 puntos, concretamente un 22.9% de su valor. Esta fue la mayor caída del mercado de valores en la historia. Usando una aproximación analítica similar a la aplicada para estudiar el ritmo cardiaco o los terremotos, unos físicos han descubierto que algunos eventos inusuales como las grandes caídas de bolsa pueden ser predichos. Este resultado, publicado Physical Review Letters, podría ayudar a los economistas a analizar el riesgo de que sucesos similares vuelvan a repetirse en el futuro.
Aunque el precio de las acciones fluctúa permanentemente, las variaciones a largo plazo de todo el mercado de valores son relativamente pequeñas y muy similares a las que cabría esperar si fueran aleatorias de tipo gausiana.
Nadie sabe qué es lo que causa que las caídas de bolsa importantes, aunque algunas veces hay razones objetivas externas que influyen en ellas. (leer más…)